La relación inversora entre España y EE.UU. se enfría al mínimo en diez años

La caída de las inversiones de Estados Unidos en España viene acompañada de otra similar en dirección contraria. El capital de empresas e inversores españoles siente por ahora vértigo ante las políticas de Donald Trump y la incertidumbre que generan. En su objetivo de ralentizar el comercio mundial, la Casa Blanca también está paralizando, contra su deseo, multitud de proyectos empresariales. El resultado es, en el caso de la relación con España, uno de los mayores desplomes en la relación inversora en décadas. De un plumazo, ha caído a niveles del 2015.
Según la Secretaría de Estado de Comercio, la inversión bruta de España en Estados Unidos descendió un 61% entre enero y junio, hasta 1.479 millones, y la neta lo hizo un 63%. Las desinversiones españolas en el país se multiplican por 2,5, hasta 115 millones. Estos datos complementan los ya conocidos, los que afectan a la inversión estadounidense en España. La bruta cayó un 53%, hasta 1.443 millones, y la neta lo hizo un 73%. Las desinversiones aumentaron un 10%, hasta 819 millones.
El primer semestre del regreso de Trump al poder marca por ahora un punto de ruptura con el gran momento inversor de España en el país. Empresas como Acerinox, ACS, Naturgy, Ferrovial, Fluidra o Iberdrola han apostado fuerte en los últimos años por este destino. Muchas de las inversiones que en los noventa y comienzos de siglo iban a Latinoamérica habían cambiado de latitud para mirar al norte.
Las empresas españolas han invertido con fuerza en el país en los últimos añosEl desplome inversor en Estados Unidos “está relacionado con la inseguridad jurídica”, indica Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank. “La administración Trump no deja de ser un reto para las empresas europeas, que necesitan un poco de visibilidad”. No se sabe si habrá nuevas vueltas de tuerca en los aranceles ni cómo se comportará la demanda estadounidense, y esto paraliza a las empresas.
En sentido contrario, llama la atención el fuerte descenso de la inversión de Estados Unidos en España pese al buen momento económico. Leopoldo Torralba, director de Análisis de Arcano Research, lo inscribe en “la tendencia que se está viendo a nivel internacional”.
“Hay muchos efectos mitigantes”, precisa aunque los datos de España son buenos. “El mejor indicador es la prima de riesgo, y la de España está en mínimos desde hace mucho tiempo”. El país está creciendo y es ahora “uno de los que tiene menos déficit público”, recuerda.
Coronil coincide en que las menores perspectivas de crecimiento globales y la incertidumbre explican buena parte de la menor conexión inversora entre España y EE.UU.. “Las empresas frenan planes de inversión en cuanto dejan de tener visibilidad”.
Pero, también hay elementos de incertidumbre en España. La economista jefe de Singular Bank cita la fragilidad parlamentaria, que traba la actividad legislativa, y los frentes abiertos en el mercado inmobiliario y laboral, que pueden disuadir a algunos inversores.
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