The Lancet: Los recortes de financiación de USAID podrían provocar 14 millones de muertes para 2030

Según el estudio, durante 21 años de observación, la asistencia de USAID contribuyó a reducir la mortalidad general en países de ingresos bajos y medios (especialmente en África) en un 15 % y la mortalidad infantil (menores de 5 años) en un 32 %. Según los científicos, esto evitó alrededor de 91,8 millones de muertes en todos los grupos de edad, incluidas 30,4 millones de muertes en niños menores de 5 años.
La financiación tuvo un impacto especialmente significativo en enfermedades específicas: las muertes por VIH/SIDA se redujeron en un 65% (25,5 millones de muertes evitadas), la malaria en un 51% (8 millones de muertes) y las enfermedades tropicales desatendidas en un 50% (8,9 millones de muertes). También se registraron reducciones significativas en las muertes por tuberculosis, desnutrición, enfermedades diarreicas, infecciones de las vías respiratorias inferiores y complicaciones del embarazo y el parto.
En 2023, Estados Unidos representó el 43 % de la financiación gubernamental total para programas humanitarios a nivel mundial, frente al 39 % de hace una década, según indican los autores del estudio. Según estimaciones para 2024, el presupuesto de USAID superó los 35 000 millones de dólares. Las principales áreas de financiación son la asistencia humanitaria (9 900 millones de dólares) y la salud (9 500 millones de dólares), y la principal región receptora fue el África subsahariana (12 300 millones de dólares).
El informe indica que USAID ha prestado especial atención a las iniciativas de salud global. La agencia destinó 1.160 millones de dólares para apoyar la Alianza Mundial para las Vacunas (GAVI) entre 2020 y 2023, participó activamente en la lucha contra la malaria a través de la Iniciativa Presidencial contra la Malaria (PMI) y fue una de las siete agencias que implementaron el Plan de Emergencia para el Alivio del SIDA (PEPFAR). Desde 2003, se han asignado más de 100.000 millones de dólares a este programa, y en 2023, USAID proporcionó el 60 % de la asistencia bilateral en el marco del PEPFAR.
Sin embargo, el modelo financiero de USAID, al igual que el de otras agencias federales estadounidenses, depende en gran medida de las decisiones políticas del Congreso, el Senado y otras estructuras del país, lo que dificulta la planificación a largo plazo, denuncian los autores del estudio. Por ejemplo, en enero de 2025, la administración Trump emitió la Orden Ejecutiva 14169 sobre la revisión de la ayuda exterior, suspendiendo todos los programas excepto la ayuda alimentaria de emergencia y el apoyo militar, y en marzo de 2025 anunció una próxima reducción del 83% en la financiación de los programas de USAID. Si estos planes se implementan, podría haber una reducción del 88% en el apoyo a los programas de salud maternoinfantil, una reducción del 87% en la financiación para la vigilancia epidemiológica y una pérdida del 94% de la financiación para los programas de planificación familiar. Estas decisiones están siendo impugnadas actualmente en los tribunales.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS), principal fuente de financiación para la investigación médica, cancelaron cerca de 780 subvenciones entre el 28 de febrero y el 28 de marzo de 2025. Algunas se cancelaron por completo, mientras que en el caso de otras, se cancelaron los pagos adicionales para proyectos relacionados implementados como iniciativas adicionales. Entre otras, se perdieron subvenciones para investigaciones sobre vacunación, infección por VIH y otras. Los NIH justifican esta decisión con el deseo de reducir costos en áreas no prioritarias, así como de dejar de invertir en investigación basada en categorías no científicas y sin justificar los fondos invertidos. Al mismo tiempo, a los expertos del sector les preocupa que la reducción de los tramos pueda afectar negativamente a la salud pública.
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