Deducciones fiscales 2025, cómo deben gestionarlas quienes tienen ingresos altos

El año 2025 supone, en cierto sentido, un punto de inflexión en lo que se refiere a las deducciones fiscales . Podrán beneficiarse del mismo los contribuyentes con ingresos superiores a 75.000 euros, manteniéndose dentro de un importe máximo que varía en función de los ingresos reales y del número de hijos a cargo fiscal.
Para definir el límite máximo de las deducciones fiscales, se multiplica un importe básico, directamente proporcional a los ingresos totales, por un coeficiente determinado por el número de hijos a cargo de los impuestos.
Deducciones fiscales, ¿cuáles son los criterios de cálculo?A lo largo de los años, las deducciones fiscales han sido objeto de una serie de cambios. La Ley de Presupuesto 2025 intentó poner orden e introducir un nuevo equilibrio entre la necesidad de contener el gasto público y apoyar la solidaridad fiscal.
El artículo 16-ter de la Ley 207, de 30 de diciembre de 2024, introdujo un límite máximo para las exenciones fiscales, al menos para aquellos contribuyentes con ingresos particularmente elevados. Los parámetros fundamentales para determinar el momento en que se deben percibir estos beneficios particulares son los ingresos percibidos y la composición de la unidad familiar .
La nueva normativa se aplica a los contribuyentes con unos ingresos totales superiores a 75.000 euros , a quienes se les deberá aplicar la nueva normativa a partir del periodo impositivo 2025.
El acceso a las deducciones fiscales se basa esencialmente en la capacidad de contribución del individuo. Principio en consonancia con lo previsto en el artículo 53 de la Constitución , que expresamente señala que:
Todos están obligados a contribuir al gasto público en proporción a su capacidad de pago.
Las nuevas reglas que se van a aplicar a las deducciones fiscales están sustancialmente alineadas con las tendencias regulatorias más recientes, mediante las cuales se pretende calibrar los beneficios en función de las necesidades reales del contribuyente individual. Orientación, entre otras cosas, expresada por la Corte de Casación mediante la sentencia núm. 22773/2022 .
El nudo de cantidad básicaLas deducciones fiscales se calculan sobre una base imponible determinada por los ingresos del contribuyente, a la que se añade un coeficiente que varía en función de la composición de la unidad familiar del contribuyente.
Las nuevas reglas, en resumen, distinguen dos tramos de ingresos diferentes:
- el primero, entre 75.000 y 100.000 euros, que prevé un importe base de 14.000 euros;
- el segundo, para los que superen los 100.000 euros, que prevé una cantidad base de 8.000 euros.
El segundo parámetro esencial para determinar las deducciones fiscales está condicionado al número de hijos que dependan fiscalmente (es decir, deben encontrarse en las condiciones señaladas en el artículo 12, apartado 2, del Decreto Presidencial n. 917/1986 ).
Los coeficientes introducidos son cuatro y permiten aumentar las deducciones fiscales que corresponden a medida que crece la familia o cuando hay situaciones que merecen mayor protección. Los coeficientes son los siguientes:
- sin hijos – 0,50;
- un niño – 0,70;
- dos hijos – 0,85;
- tres o más hijos, o al menos un hijo con discapacidad – 1,00.
Gracias a esta distribución de coeficientes, el legislador pretende promover un apoyo fiscal a aquellas familias que tengan que soportar gastos extraordinarios para gestionar, por ejemplo, discapacidades, reintroduciendo así el principio de equidad social contenido en la Ley 104/92 .
Gastos excluidos del cálculoSin embargo, el legislador excluyó una serie de gastos del cálculo del límite global. Gracias a este truco podrán deducirlo incluso aquellos con mayores ingresos.
costos de atención médicaLos gastos de atención médica se han reconocido como una prioridad y no se incluyen entre los gastos discrecionales. Independientemente de los ingresos, incluso cuando superen el umbral de los 75.000 euros anuales, si el contribuyente incurre en gastos médicos por valor de 2.000 euros, éstos son deducibles en la declaración de la renta, sin reducciones particulares.
Recuerde que los gastos médicos incluyen visitas a especialistas, medicamentos no reembolsables y dispositivos médicos.
Costos de renovación de edificiosQuedan excluidos de los límites los gastos originados por obras de construcción realizadas hasta el 31 de diciembre de 2024. Detrás de esta norma está la protección de la seguridad jurídica y la buena fe del contribuyente individual.
No permitir deducciones fiscales por este tipo de gastos habría tenido un efecto retroactivo, lo que habría penalizado a quienes realizaron obras acogiéndose a las desgravaciones fiscales vigentes en el momento de su realización.
préstamos bancariosLas deducciones fiscales siguen siendo válidas para los intereses de las hipotecas contratadas antes del 31 de diciembre de 2024. Es decir, se protegen los derechos adquiridos de los contribuyentes que realizan inversiones a largo plazo.
Esto significa, en otras palabras, que el contribuyente que compró la primera vivienda en 2022 y contrató una hipoteca y durante 2025 tuvo que pagar 2.000 en intereses pasivos, puede obtener la deducción fiscal aunque tenga unos ingresos superiores a 75.000 euros.
Ingresos de la primera viviendaLa residencia principal del contribuyente, al menos en las intenciones del legislador, permanece neutral a la hora de determinar los umbrales de acceso a las deducciones fiscales y otros beneficios. En otras palabras, la intención es proteger el patrimonio inmobiliario de la familia. Un principio que se reitera en el artículo 16-ter párrafo 6 , que establece lo siguiente:
A los efectos del presente artículo, se entiende por renta global la neta de la renta del inmueble utilizado como vivienda principal y de la de sus accesorios a que se refiere el artículo 10, apartado 3 bis, de este texto refundido.
En otras palabras, el contribuyente no se ve penalizado por la propiedad del inmueble utilizado como vivienda habitual, que se considera una necesidad fundamental y no un ingreso gravable.
Esta exclusión, entre otras cosas, protege a los contribuyentes que viven en zonas donde los valores de las propiedades son altos y que podrían superar el umbral de los 75.000 euros tras la revalorización de la propiedad, a cambio de lo cual no se encontrarían con una mayor renta disponible.
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