Más del 80% de los edificios italianos son de clase D, cómo mejorar la eficiencia energética


Más del 80% de los edificios italianos fueron construidos antes de 1990 y pertenecen a las clases energéticas más bajas, a menudo inferiores a la D. Un patrimonio inmobiliario antiguo e ineficiente que impacta fuertemente en el consumo energético de las familias. No en vano, en 2023 las facturas de los hogares alcanzaron los 54.200 millones de euros, con un incremento del 31% respecto a 2015.
Para responder a esta emergencia económica y ambiental, la Comunidad de Edificios Inteligentes del Grupo TEHA ha desarrollado 7 propuestas concretas para acelerar la transición verde de la construcción y promover la difusión de los edificios inteligentes. Desde el “Cuaderno de la Casa” hasta la formación de los operadores, desde los incentivos específicos hasta la concienciación de los ciudadanos, las soluciones se centran en la innovación, la eficiencia y la concienciación.
El sector de la construcción italiano se enfrenta al reto de la obsolescencia de sus activos inmobiliarios: con una tasa de renovación anual del 0,85% , frente al 1,7% en Francia y Alemania, y un 84,5% de edificios construidos antes de 1990, Italia posee el parque inmobiliario más antiguo de Europa . A pesar de un aumento de edificios en clase energética A (del 2,9% al 3,8% entre 2018 y 2025), el 79% de los edificios italianos todavía están en una clase energética inferior a la D , lo que destaca la necesidad de intervenciones de recualificación para mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo.
A ello se suman las estimaciones según las cuales, con unas emisiones brutas de gases de efecto invernadero equivalentes a 75,5 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2021 y considerando la tendencia inercial actual, la finalización de la descarbonización del sector de la construcción italiano no se alcanzaría antes de 2103 , muy por encima del objetivo fijado por el plan europeo Fit for 55 , que requeriría una reducción de las emisiones a 12,4 millones de toneladas para 2050. Un retraso que también tiene consecuencias en el gasto de los hogares en electricidad y consumo de calefacción en los edificios , que ha aumentado un 31 % desde 2015 hasta hoy y ha alcanzado un valor de 54.200 millones de euros .
En este escenario, la conversión al paradigma de Smart Building es cada vez más urgente. La cadena de suministro de edificios inteligentes genera ya 163.000 millones de euros de facturación y 43.000 millones de euros de valor añadido, empleando a 419.000 trabajadores 1 y con la posibilidad de crear otros 200.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2030 . Sin embargo, será fundamental formar una nueva generación de profesionales con competencias verdes e inteligentes , imprescindibles para acelerar la transición sostenible y garantizar un futuro acorde con los objetivos de descarbonización e innovación.
La tercera edición de la Smart Building Community de TEHA Group , el primer Think Tank privado e independiente de Italia, hace un balance de la situación. Con el apoyo de sus socios ABB, ANCE Lombardia, BTicino, IRSAP, KONE, MCZ Group y Principe Ares, la Comunidad lanza 7 propuestas para promover la transición energética y acelerar la adopción del paradigma Smart Building , contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental, económica y social del sector de la construcción.
La tercera edición de la Comunidad de Edificios Inteligentes del Grupo TEHA ha identificado 7 propuestas concretas para cerrar la brecha de habilidades, promover herramientas financieras innovadoras, simplificar el acceso a incentivos y fortalecer la cooperación público-privada. A través de intervenciones específicas, como los programas de capacitación, la “Carpeta del Hogar” y los modelos de financiación verde, las propuestas pretenden promover la difusión de los edificios inteligentes, contribuyendo a los objetivos de eficiencia energética, innovación tecnológica y reducción de emisiones.
1. Desarrollar programas de capacitación y reciclaje profesional : la difusión de edificios inteligentes puede generar beneficios ambientales, económicos y sociales y crear empleo calificado en la construcción, con aproximadamente 200 mil nuevos empleos especializados en el futuro cercano. Sin embargo, en 2023, el 57,6% de los nuevos ingresantes al sector de la construcción experimentaron dificultades para reclutar nuevos trabajadores, debido a la escasez de candidatos y a su preparación inadecuada. Para llenar el vacío de habilidades , la Comunidad de Edificios Inteligentes propone desarrollar programas de capacitación y reciclaje de habilidades en el campo de los Edificios Inteligentes para apoyar a todos los operadores en la cadena de suministro extendida, a través de experiencias concretas y sobre el terreno que incluyan la emisión de certificados de calificación profesional reconocidos a nivel nacional y europeo.
2. Fortalecer la colaboración con ITS – Las Academias ITS juegan un papel fundamental en la formación de las habilidades verdes e inteligentes que requiere el sector. Gracias a la colaboración entre educación y empresa, es posible reducir la brecha de habilidades en el sector: entre 2015 y 2024, ITS capacitó a 46.616 estudiantes a través de más de 1.800 cursos, trabajando con 2.422 empresas y 226 asociaciones empresariales. El 87% de los graduados encuentra trabajo en el plazo de un año y el 93,8% en un área afín a sus estudios.
Por este motivo, la Comunidad del Grupo TEHA reitera en sus propuestas la importancia de reforzar esta colaboración, desarrollando itinerarios específicos con experiencias prácticas “on the job” para formar profesionales capaces de dar respuesta a las necesidades del sector de la edificación inteligente.
esgnews