Autonomía entre coordinación y territorio, una discusión en el Encuentro de Rímini

«Debemos abandonar la idea de que la autonomía podría ser una fuente de conflicto entre el Norte y el Sur». Con estas palabras, el subsecretario de Economía, Federico Freni, resumió el espíritu del panel «¿Qué tipo de autonomía necesita el territorio?» en el Encuentro de Rímini, un debate que buscó superar los conflictos ideológicos para construir un modelo de gobernanza eficaz y unificado. El presidente de la ANCI, Gaetano Manfredi, denunció cómo se ha desarrollado en los últimos años un enfoque ideológico de la autonomía, donde la autonomía y el centralismo se han convertido en dos visiones opuestas del país que pueden coexistir. Manfredi recordó que la experiencia nos ha demostrado que la autonomía no siempre ha garantizado la equidad en la prestación de servicios a la ciudadanía y reafirmó el papel central de los municipios: «Somos el país de los mil campanarios, el país de los municipios que fueron la primera institución italiana». Su último llamamiento fue a «retornar a una visión unificada de nuestro país». Freni se hizo eco de esta postura y pidió "desideologizar este debate" eliminando "la idea de que Italia podría no ser una e indivisible, porque lo es y lo sigue siendo". Para el subsecretario, es crucial "eliminar de nuestras mentes la idea de que las necesidades de una persona pueden satisfacerse a expensas de otra". El frente regional ha presentado diversas posturas. El presidente de Calabria, Roberto Occhiuto, ha reivindicado una postura de "centroderecha herética" sobre la cuestión de la autonomía diferenciada: "Quienes creen que la subsidiariedad es un valor también deben creer que la autonomía es un valor. No estoy en contra de la autonomía, que es un valor, pero sin la coordinación del gobierno nacional y sin la garantía de estándares esenciales, la autonomía puede convertirse en un desvalor y conducir a desequilibrios crecientes". Desde la Región del Lacio, Francesco Rocca enfatizó que «la autonomía nunca debe ser un obstáculo, sino una herramienta que fomente la capacidad de escucha de las comunidades locales». Mirando hacia el futuro, Rocca enfatizó que «cuando hablamos de autonomía diferenciada, pienso en la gran asignatura pendiente. La autonomía que nos otorgó la Ley Bassanini aún no se ha materializado plenamente. Debemos acelerar y completar la reforma». La presidenta de Umbría, Stefania Proietti, ofreció una contribución especial, vinculando la cuestión de la autonomía con los desafíos económicos del país: «Hoy en día, estamos experimentando precios de la energía significativamente más altos que en el resto de Europa, lo que implica una menor competitividad». Esta consideración también enfatizó la necesidad de coordinación en las políticas energéticas.
El panel, moderado por la profesora Lorenza Violini de la Universidad de Milán, destacó cómo el debate sobre la autonomía forma parte de un proceso de redefinición de las relaciones entre los diferentes niveles de gobierno, acelerado por las emergencias de los últimos años que han visto el creciente protagonismo del Estado central. El desafío que surgió del debate es encontrar un equilibrio entre la necesidad de coordinación nacional y la capacidad de respuesta territorial, superando los conflictos ideológicos para construir herramientas eficaces de gobernanza multinivel.
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