Orgasmo de próstata… ¡hora de dejarse llevar!

El orgasmo prostático se alcanza mediante la penetración anal, mantenida durante varios minutos. ¿El punto de presión? El famoso punto P, la próstata, es decir, la glándula situada debajo de la vejiga, delante del recto.
No hay nada misterioso en esto... Para empezar, déjate llevar un poco para entrar en esta zona de placer. Para evitar dolor o irritación, lo mejor es usar un lubricante.
La próstata de un hombre puede hincharse por la excitación, sin necesariamente ser estimulada. Por lo tanto, durante la penetración, cuando la temperatura ya ha empezado a subir, los hombres pueden reaccionar al más mínimo contacto...
La intensidad del orgasmo prostático suele asociarse con el orgasmo femenino. La próstata es muy sensible. Bajo la presión de los dedos o de un juguete sexual, las sensaciones son difusas e internas.
Si estás dando tus primeros pasos en esta área, ten en cuenta que probablemente tendrás que repetir la experiencia antes de alcanzar el clímax. Toma tiempo sentirse cómodo con la penetración anal y también lleva tiempo dejarse llevar por completo. Aquí tienes algunos consejos: la postura del perro o tumbarse boca arriba con las rodillas elevadas son las más efectivas. Intenta relajarte y respirar profundamente para que la energía sexual fluya a través de ti.
Pero ¿qué sucede en el cuerpo durante el orgasmo prostático? De hecho, los músculos del suelo pélvico se contraen. Se activan vibraciones que llegan a todos los genitales. A veces, este orgasmo puede provocar la eyaculación, por ejemplo, si se estimulan simultáneamente los genitales masculinos. Pero esto no es automático.
Como todas las experiencias del séptimo cielo, el orgasmo prostático se asocia con una cascada de hormonas. ¿El punto de partida? El cerebro. Primero, el putamen, ubicado en el centro, desencadena los movimientos del cuerpo, en particular de la pelvis, para alcanzar el orgasmo.
A esto le sigue la liberación de prolactina por parte de la hipófisis, la hormona responsable de la saciedad sexual. También se secreta oxitocina, esta vez la hormona del apego. A continuación, el hipotálamo libera encefalinas, los neurotransmisores que regulan los impulsos nerviosos.
Nota: la próstata es también el órgano donde se produce entre el 10% y el 30% de la composición final del esperma.
SudOuest




