Comer seguido con amigos y familiares trae grandes beneficios a la salud mental, revela estudio científico

Según el Informe Mundial sobre la Felicidad 2025, explica que la relaciones sociales son un factor importante para la felicidad, tanto a nivel individual como nacional, y en diferentes culturas.
En un capítulo titulado 'Sharing meals with others: How sharing meals supports happiness and social connections' (Compartir comidas con otros: cómo compartir alimentos fomenta la felicidad y las conexiones sociales), los investigadores presentaron evidencia sobre el impacto positivo de compartir comidas, un indicador especialmente comparable entre países y culturas, entre individuos y a lo largo del tiempo.

Los invstigadores encontraron diferencias en las tasas de comidas compartidas en todo el mundo. Foto:iStock
Utilizando datos de 142 países y territorios recolectados por Gallup en 2022 y 2023, encontraron diferencias en las tasas de comidas compartidas en todo el mundo.
Mientras que los residentes de algunos países comparten casi todas sus comidas con otras personas, en otros países la mayoría de las personas come casi siempre solas. Estas diferencias no se explican solamente por factores como el ingreso, la educación o el empleo.
"Compartir comidas resulta ser un indicador excepcionalmente fuerte del bienestar subjetivo, al mismo nivel que el ingreso y el desempleo. Las personas que comparten más comidas con otros reportan niveles significativamente más altos de satisfacción con la vida y emociones positivas, y niveles más bajos de emociones negativas", explica el estudio.
Usando datos de la Encuesta de Uso del Tiempo en América, los investigadores encontraron evidencia de que los estadounidenses pasan cada vez más tiempo comiendo solos. En 2023, aproximadamente 1 de cada 4 estadounidenses declaró haber comido todas sus comidas solo el día anterior, un aumento del 53 por ciento desde 2003.

En 2023, aproximadamente 1 de cada 4 estadounidenses declaró haber comido todas sus comidas solo. Foto:iStock
El análisis reveló que los países donde las personas comparten más comidas tienden a mostrar mayores niveles de apoyo social y reciprocidad positiva, y menores niveles de soledad.
A pesar de estos resultados, en el informe se lee que aún hay vacíos en la comprensión de la relación entre compartir comidas, el bienestar subjetivo y las conexiones sociales.
¿Cómo se realizó el estudio?En 2022 y 2023, la Encuesta Mundial de Gallup preguntó a muestras representativas en 142 países y territorios con qué frecuencia almorzaban o cenaban con familiares, amigos u otras personas conocidas.
En general, se observan diferencias marcadas en la frecuencia con la que las personas comen acompañadas o solas en distintas partes del mundo. América Latina y el Caribe, por ejemplo, se destaca como la región líder en el hábito de compartir comidas. En promedio, sus habitantes comparten aproximadamente 9 comidas por semana con otras personas.
Por otro lado, en el otro extremo se encuentra Asia Meridional, donde las personas reportan compartir menos de 4 comidas por semana.
Canadá ocupa el puesto 53, con 8,4 comidas compartidas por semana; Estados Unidos está en el puesto 69 y el Reino Unido en el 81. Alemania aparece en el puesto 91, mientras que la India se encuentra en el lugar 132, con solo 4 comidas. En el último lugar están Bangladés y Estonia, donde los habitantes reportan compartir apenas 2,7 comidas por semana.

América Latina y el Caribe se destaca como la región líder en el hábito de compartir comidas. Foto:iStock
El estudio señala que resulta poco probable que estos factores se deban solamente a diferencias en el nivel de ingresos. "El hecho de que países de bajos ingresos en África Subsahariana y América Latina reporten niveles tan altos de comidas compartidas pone en duda la suposición de que compartir más comidas con otras personas es simplemente una consecuencia de comer más en general", explica el documento.
¿Y la relación con el bienestar?En el análisis se encontró una relación positiva entre compartir comidas y las evaluaciones de vida. A nivel de país, compartir una comida más por semana se asocia, en promedio, con un aumento de aproximadamente 0,2 puntos en una escala de 0 a 10. Este aumento equivale, aproximadamente, a subir cinco posiciones en el ranking global de felicidad presentado en el capítulo 2 del mismo informe.
"La diferencia más significativa en las evaluaciones de vida se da entre quienes comen todas sus comidas solos y quienes comparten al menos una comida con alguien. Las personas que compartieron solo una comida durante la semana anterior reportaron evaluaciones de vida notablemente más altas (5,2) que aquellas que comieron solas todo el tiempo (4,9)", agrega el reporte.
Y mencionan que las evaluaciones se mantienen prácticamente constantes (entre 5,2 y 5,3) para quienes compartieron entre 1 y 5 comidas durante la semana, y aumentan ligeramente (a entre 5,5 y 5,6) para quienes compartieron entre 5 y 8 comidas.

La relación entre compartir comidas y las emociones negativas es más fuerte en mujeres. Foto:iStock
Cuando analizaron por separado a hombres y mujeres, no encontraron diferencias estadísticamente significativas en la relación entre compartir comidas y la evaluación de vida según el género. Sin embargo, cuando consideraron las emociones negativas, el resultado cambió. En primer lugar, los hombres reportan niveles considerablemente más bajos de afecto negativo que las mujeres en general. También encontraron que la relación entre compartir comidas y las emociones negativas es más fuerte en las mujeres que en los hombres.
Otro de los hallazgos es que las personas que comparten más comidas parecen disfrutar más de la comida. "En pocas palabras: en todas las regiones, países y culturas, tanto en hombres como en mujeres, jóvenes y mayores, compartir más comidas se asocia con un mayor bienestar subjetivo", se lee en el documento.

Las personas que comparten más comidas parecen disfrutar más de la comida. Foto:iStock
Y, al final, los investigadores aseguran que las relaciones sólidas y consistentes entre compartir comidas, el bienestar y las conexiones sociales que documentaron en este informe representan un llamado a seguir investigando.
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