REPORTAJE FOTOGRÁFICO: Mineros del carbón con neumoconiosis luchan contra la derogación de las medidas de seguridad por parte del gobierno de Trump

OAK HILL, Virginia Occidental (AP) — En las profundidades de las colinas de Virginia Occidental, la minería del carbón y sus peligros han formado parte de la vida de las familias durante generaciones. La muerte y la tragedia están entretejidas en la historia, pero también existe un legado de lucha por parte de los mineros, quienes lograron obtener protecciones que han beneficiado a los trabajadores de todo el país.
A medida que aumentan los casos de neumoconiosis entre los trabajadores —incluidos aquellos de entre 30 y 40 años— obligados a excavar en rocas cada vez más cargadas de sílice para alcanzar las últimas vetas de carbón, algunos mineros jubilados y enfermos de la región central de los Apalaches están tomando medidas. Exigen que el gobierno de Trump aplique una norma aprobada el año pasado por la Administración de Seguridad y Salud Minera de EE. UU. que reduciría a la mitad el límite federal de exposición permitida al polvo de sílice cristalina respirable, con el fin de proteger a todos los mineros del país de la principal causa de neumoconiosis y otras enfermedades.
La normativa sobre sílice se suspendió antes de su entrada en vigor en abril, después de que grupos industriales que demandaban al gobierno presentaran una solicitud judicial para bloquearla, alegando costes y dificultades de implementación. La administración no se opuso a la demanda y se le concedió otra prórroga en octubre debido al cierre del gobierno.

Decenas de exmineros de la región, duramente golpeada por la crisis, viajaron a Washington el mes pasado para protestar por la demora en la entrada en vigor de la normativa sobre sílice, así como por los recortes y las propuestas de derogación de las normas de salud y seguridad. Su oposición se produce meses después de que el presidente Donald Trump firmara órdenes ejecutivas para permitir que las centrales de carbón contaminen más, agilizar el proceso de permisos y abrir nuevas zonas para la producción mineral, incluyendo la perforación de petróleo y gas natural y la extracción de un “carbón limpio y de gran calidad”. En aquel momento, fue recibido en la Casa Blanca por mineros sonrientes con cascos, algunos con pegatinas de Virginia Occidental, mientras prometía crear más empleos en las minas.
La Casa Blanca y el Departamento de Trabajo insistieron en que la administración puede mantener la salud y la seguridad de los mineros al tiempo que reduce las regulaciones.
“Al presidente Trump le importan nuestros mineros más que a ningún otro presidente en la historia moderna; por eso ha implementado su agenda de dominio energético para proteger sus empleos y reactivar la industria minera”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers.
Pero algunos exmineros del carbón que votaron por Trump han perdido la fe en él.
“Están haciendo todo lo posible por perjudicar al trabajador”, dijo Randy Lawrence, presidente de la Asociación de Neumoconiosis del Condado de Kanawha, quien llevó su tanque de oxígeno a la protesta. “No les preocupan los mineros, ni la gente de Virginia Occidental, ni los mineros del carbón de ningún lugar. Lo único que les preocupa es el todopoderoso dólar en Washington. No les importan las personas comunes que los llevaron al poder”.
Este es un reportaje fotográfico documental seleccionado por los editores fotográficos de AP.
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