¿Hay que lavar el pollo antes de cocinarlo? ¿Qué dicen los científicos?


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Resulta que la popular costumbre de lavar el pollo crudo antes de cocinarlo no solo es inútil, sino también peligrosa. Según investigaciones recientes, cada vez más personas se exponen a sí mismas y a sus seres queridos al riesgo de intoxicación alimentaria al seguir este mito tan extendido.
Científicos australianos advierten: a pesar de lo que te hayan dicho o visto en redes sociales, nunca laves el pollo crudo antes de cocinarlo, ya que esto probablemente propagará bacterias por toda la cocina, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Cocinar el pollo a 75 °C (165 °F), medido con un termómetro de carne en la parte más gruesa, garantiza la destrucción de las bacterias.
El estudio reveló que muchas personas aún lo hacen mal: uno de cada dos adultos en Australia (51 %) que cocinan un pollo crudo entero afirmó lavarlo habitualmente antes de cocinarlo. El porcentaje de cocineros caseros que lavan el pollo antes de cocinarlo es del 48 % para las piezas con piel y del 44 % para las piezas sin piel.
Un aspecto aún más preocupante es que la proporción de quienes suelen lavar el pollo crudo ha aumentado del 49% para el pollo entero, el 43% para las piezas de pollo sin piel y el 40% para las piezas de pollo sin piel en 2021 al 51%, 48% y 44%, respectivamente, en 2025.
Cómo cocinar correctamente el pollo, según científicos y médicos australianos:
- Lávese y séquese siempre las manos y limpie las superficies después de manipular aves crudas.
- Descongele las aves en el refrigerador o en el microondas dentro de un recipiente que impida que los jugos se derramen sobre otros alimentos o superficies de la cocina. Asegúrese de que las aves estén completamente descongeladas antes de cocinarlas.
- Tenga cuidado de que el jugo de las aves crudas no contamine otros alimentos, especialmente aquellos como postres o ensaladas que no se vuelven a cocinar antes de consumirlos.
- Utilice siempre platos y utensilios limpios, lavándolos y secándolos bien después de manipular aves crudas y cocidas. Nunca coloque alimentos cocinados en el mismo plato o tabla de cortar donde se hayan almacenado previamente aves crudas, a menos que se hayan lavado y secado completamente. Se recomienda utilizar tablas de cortar diferentes para alimentos crudos o que puedan manipularse de forma segura, así como para alimentos listos para el consumo.
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