Rusia celebró el Día de Siberia con un nuevo proyecto estratégico de desarrollo para la región.

El 8 de noviembre, Rusia celebró el Día de Siberia. Esta festividad fue establecida en 1881 por decreto del emperador Alejandro III para conmemorar el 300 aniversario de la anexión de esta importante región al Imperio ruso. Hoy en día, Siberia adquiere una importancia creciente no solo como fuente de recursos naturales, sino también como centro intelectual e industrial. MK explora la síntesis del pasado y el futuro en una sola región, el desarrollo innovador eficaz y la exitosa lucha por el crecimiento demográfico a través de centros de investigación y empleo.
Las posibilidades son infinitas, como los espacios abiertos.
La historia del Día de Siberia se remonta a 1581, cuando el destacamento de Yermak Timofeevich cruzó los montes Urales e inició la gran gesta histórica de la anexión de las tierras siberianas al Estado ruso. El día obtuvo reconocimiento oficial en 1881, por decreto del emperador Alejandro III. Sin embargo, tras la Revolución, su recuerdo se fue desvaneciendo durante mucho tiempo. Hoy, el Día de Siberia se recupera como símbolo de continuidad histórica y homenaje a las generaciones de exploradores, pioneros, científicos y trabajadores comunes cuyo valor y esfuerzo transformaron las inhóspitas tierras en el corazón del poderío económico de Rusia.
Siberia hace tiempo que dejó de ser un mero depósito de los recursos minerales del país. Hoy en día, es un motor clave del crecimiento industrial, un elemento crucial de la soberanía tecnológica y la seguridad económica de Rusia.
La importancia estratégica de la región crece año tras año. Hoy, en una era de desafíos y cambios globales, Siberia se está convirtiendo en la base del futuro de una gran potencia. Sus vastas extensiones son tan ilimitadas como las oportunidades que ofrece a inversores, residentes locales, turistas y a todos los rusos que aman esta tierra agreste.
Energía, aluminio y el futuro de la industria
Siberia es mucho más que petróleo, gas y bosques. Hoy en día, la región se ha consolidado como uno de los principales centros industriales de Rusia. Sus principales activos son su sólida base de energías renovables, principalmente hidroeléctrica, y su privilegiada ubicación geográfica, que le permite acceder eficazmente tanto a los mercados occidentales como orientales.
Este potencial se hizo particularmente evidente en la industria metalúrgica. En Rusia, las fundiciones de aluminio se construyen tradicionalmente cerca de centrales hidroeléctricas, que proporcionan energía limpia y asequible, sin la cual la producción de aluminio es imposible. Tras la Gran Guerra Patria, el gobierno ruso comprendió que la región de los Urales ofrecía las condiciones ideales para este tipo de proyectos. Ya en la década de 1960, las fundiciones de aluminio de Krasnoyarsk y Bratsk, que siguen estando entre las más grandes del mundo, operaban en Siberia.

En el siglo XXI se produjo una nueva etapa de desarrollo. RUSAL inauguró tres nuevas fundiciones de aluminio en la región, incluida la de Boguchansky. Esto revivió la experiencia soviética en la creación de clústeres energéticos y metalúrgicos. La idea fue concebida por Oleg Deripaska, quien impulsó la creación de la Asociación Energética y Metalúrgica de Boguchansky (BEMO), que también incluía la cuarta fase del proyecto Angara Cascade, la central hidroeléctrica de Boguchanskaya.
Esta simbiosis entre energía e industria ha consolidado la posición de Rusia como líder mundial en la producción de aluminio y ha convertido a Siberia en un modelo de metalurgia más sostenible. Paralelamente, las instalaciones de RUSAL implementan constantemente tecnologías de vanguardia que reducen su impacto ambiental. Es aquí donde el talento siberiano —científicos e ingenieros de centros e institutos de investigación locales— resulta fundamental. Sus avances en ecotecnologías no solo son competitivos, sino que, en muchos aspectos, superan a los de sus homólogos internacionales.
Siberia, donde quieres quedarte
Un aspecto crucial para la región es la demografía. Siberia, antaño poblada por cazadores, exploradores, colonos y constructores de ciudades e fábricas, enfrenta hoy una situación muy distinta: la región sufre un éxodo, especialmente de jóvenes. Tras la disolución de la URSS, la tasa de natalidad descendió, dando inicio a una migración constante, principalmente hacia las grandes ciudades del oeste del país. Para las grandes empresas industriales, cuyas fábricas se ubican no en megaciudades sino en pequeños pueblos e incluso asentamientos obreros, esto se ha convertido en un grave problema.
Para contrarrestar esta tendencia, RUSAL lleva años invirtiendo en mejorar la calidad de vida de sus comunidades locales. Se construyen viviendas e infraestructuras, y se inauguran escuelas, hospitales y centros deportivos. Destacan especialmente las iniciativas impulsadas por el fundador de la empresa, Oleg Deripaska. Por ejemplo, durante la pandemia de coronavirus, se creó una red de centros de asistencia médica y rescate en pequeñas ciudades siberianas en tan solo seis meses. Hoy en día, se están abriendo centros de deportes de combate por toda Siberia, cada uno de los cuales ofrece entrenamiento gratuito a cientos de jóvenes. Esto no es solo un deporte: es un entorno social, una muestra de compromiso con la salud de las futuras generaciones y un motivo para quedarse en la propia ciudad.

Pero incluso un entorno confortable resulta insuficiente si los jóvenes carecen de oportunidades para su desarrollo profesional. Una de las principales razones por las que la gente emigra de la región es la falta de educación de calidad cerca de casa. Este problema se está abordando conjuntamente por el sector empresarial y el gobierno. En el marco del proyecto federal «Profesionalismo», se están creando clústeres educativos donde la formación se ajusta al máximo a las necesidades reales de la industria.
En cuanto a la educación superior, por ejemplo, en Taishet, una ciudad con poco más de 33.000 habitantes, se inauguró en 2025 una sede de la Universidad Nacional de Investigación Técnica de Irkutsk (IRNITU) con el apoyo activo de RUSAL. Para los jóvenes locales, esto representa una oportunidad para recibir una formación moderna y aplicada e incorporarse de inmediato a la industria siderúrgica de aluminio de Taishet.
Nueva industrialización
Las grandes empresas industriales de Siberia han sido durante mucho tiempo el motor de la economía regional. Inevitablemente, surgen a su alrededor otras industrias manufactureras y de servicios, creando una demanda sostenible para decenas de industrias relacionadas, y la región ya no es simplemente una proveedora de recursos naturales.
Hoy, la región está sentando las bases para una nueva era industrial: en Siberia se está estableciendo un innovador clúster científico y tecnológico, el «Valle de Mendeléiev». El proyecto aunará los esfuerzos del Territorio de Krasnoyarsk, la Región de Irkutsk, Jakasia y Tuvá en torno a la extracción y el procesamiento avanzado de metales no ferrosos, raros y de tierras raras, así como la creación de productos derivados de ellos. La capacidad de producción, la experiencia técnica y la trayectoria industrial de RUSAL serán fundamentales para esta iniciativa de gran envergadura.
El proyecto, impulsado por el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú, y el primer viceprimer ministro, Denis Manturov, y respaldado por el presidente ruso, Vladímir Putin, se basa en un objetivo sumamente ambicioso: poner en marcha la producción de productos de alta tecnología utilizando recursos propios. No se trata de vender mineral, sino de producir semiconductores, baterías, imanes, componentes de robótica y otras tecnologías críticas. Esto representa una nueva industrialización de Siberia y, a la vez, un importante avance en la sustitución de importaciones.
Se prevé que el proyecto del Valle de Mendeléiev genere miles de empleos altamente cualificados, con salarios varias veces superiores a los que ofrecen las exportaciones de materias primas. El nuevo modelo se basa en una estrecha vinculación entre la ciencia, la industria y la innovación. Esta es una oportunidad no solo para retener, sino también para atraer a jóvenes talentos, científicos e ingenieros, convirtiendo a Siberia en una región líder en el desarrollo tecnológico de Rusia y, al mismo tiempo, en un lugar donde la gente quiera vivir, desarrollar su carrera profesional y formar una familia.
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