Las hipotecas casi a cero sustituyen a las cuotas: los moscovitas cambian su estrategia financiera

La experta Yulia Arkhangelskaya explicó la diferencia entre préstamos a corto plazo y el pago de una compra a plazos.
Los planes de pago a plazos, que hasta hace poco parecían una solución conveniente en un contexto de tipos de interés clave elevados, están perdiendo popularidad gradualmente. Como señala Yulia Arkhangelskaya, jefa del departamento de servicios comerciales de la promotora Mangazeya, el interés está disminuyendo, sobre todo entre los potenciales compradores de vivienda y los bancos.

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La razón principal, según ella, es la creciente incertidumbre. Como señala la experta, a los compradores les resulta difícil predecir con antelación si una familia podrá amortizar una gran suma en un año, por ejemplo, vendiendo un coche, una casa de verano o recibiendo una herencia. La venta de estos activos, explica, podría retrasarse o no cumplir con las expectativas en cuanto a coste.
En este contexto, los programas hipotecarios con una tasa cercana a cero durante el primer año se están volviendo cada vez más atractivos para los compradores. Según un estudio realizado entre promotores, este tipo de programa resulta interesante para uno de cada cuatro encuestados, y uno de cada dos está dispuesto a considerar esta opción si se dispone de información más detallada.
Este enfoque se percibe cada vez más como una estrategia, no como un compromiso. Los compradores son cada vez más cautelosos, y para ellos, una hipoteca con una tasa cercana a cero no es solo una alternativa, sino una forma de planificación financiera con la posibilidad de adaptarse a las condiciones económicas futuras.
El 27% de los encuestados considera conveniente esta herramienta, para el 29% es una forma aceptable de solucionar el problema de la vivienda en la realidad actual.
Según Yulia Arkhangelskaya, una de las principales ventajas de una hipoteca a corto plazo con un tipo de interés bajo para los compradores es la posibilidad de ahorrar una cantidad considerable. A diferencia de las hipotecas a plazos, donde en la gran mayoría de los casos el comprador pierde el descuento, un producto crediticio permite conservarlo. Las cuotas mensuales de una hipoteca preferencial suelen ser más bajas que las de las hipotecas a plazos. El dinero ahorrado puede utilizarse para amortizar el préstamo anticipadamente, reduciendo así los sobrepagos y la carga financiera general.
El beneficio a largo plazo también es evidente. Al comprar un apartamento a plazos, la mayoría de los compradores que consideran solicitar una hipoteca no tienen la certeza de que esta sea aprobada. Sin embargo, comprar un apartamento con un préstamo a corto plazo a una tasa baja ayuda a construir una relación estable con la entidad financiera y aumenta las posibilidades de refinanciación.
El cliente comienza a construir su historial crediticio en el banco elegido, demostrando fiabilidad. Esto le abre las puertas a mejores condiciones en el futuro, ya sea una refinanciación, un préstamo al consumo o una nueva hipoteca. El banco ya ve al cliente como un prestatario verificado, enfatiza el experto.
Los datos de la encuesta confirman este punto de vista. Más de la mitad de los encuestados (56%) señaló que es importante para ellos que el banco actúe como acreedor oficial de la transacción. En un contexto de turbulencia económica, esto se percibe como una garantía adicional de estabilidad y flexibilidad financiera.
mk.ru