Científicos rusos han encontrado bacterias beneficiosas en los faisanes para crear probióticos

Bacterias beneficiosas encontradas en los intestinos del faisán para crear probióticos
Científicos de la Academia Timiryazev han aislado bacterias del intestino de los faisanes que podrían convertirse en la base de probióticos útiles. Así lo informó la Fundación Rusa de Ciencias citando un artículo en una revista científica.

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Recientemente, las granjas avícolas han comenzado a reducir el uso de antibióticos. En cambio, la productividad de las aves aumenta principalmente fortaleciendo su inmunidad. La fuente de bacterias beneficiosas que refuerzan la inmunidad son los intestinos de las propias aves, pero si se altera el equilibrio de su microflora nativa, las aves necesitan biopreparados con dichos microorganismos.
Para encontrarlos, científicos de la Academia Timiryazev y de la Universidad Agraria Estatal de Kuban que lleva el nombre de I.T. Trubilin estudió la población de bacterias en dos especies de faisanes domésticos: el rumano y el caucásico. Se prestó atención a las especies que habitan el ciego del intestino, la sección responsable de digerir la fibra.
Resultó que en ambas especies de aves predominan las bacterias del orden Pseudomonadales, aunque en el faisán caucásico constituían el 93% de todos los microorganismos, mientras que en el faisán rumano representaban solo el 55%. Además de ellos, en los intestinos de los faisanes estaban presentes representantes de Bacillales (4% y 9%, respectivamente) y lactobacilos Lactobacillales (0,4% y 36,8%, respectivamente). Estos últimos son de especial valor para la creación de probióticos para aves de corral.
Los biólogos han identificado dos especies dominantes entre todos los representantes de lactobacilos del faisán: Loigolactobacillus coryniformis y Lactobacillus johnsonii. Contienen genes responsables de la producción de bacteriocinas, sustancias antimicrobianas naturales que pueden suprimir el crecimiento de bacterias patógenas sin que el cuerpo se acostumbre a ellas.
El siguiente paso para los investigadores será estudiar la seguridad de los cultivos aislados y luego desarrollar formulaciones microbianas a partir de ellos que puedan agregarse como probióticos al alimento de las aves de corral.

