Los recolectores de hongos no dan abasto; no ha habido una cosecha tan abundante en años. Un científico explica

La temporada de setas de este año ha comenzado excepcionalmente temprano. Los recolectores de setas ya comparten fotos de sus cestas llenas en línea, y se pueden encontrar boletos y boletus incluso en julio. Muchos se preguntan qué hay detrás de este fenómeno.

Un comienzo de temporada inusualmente temprano

Tradicionalmente, la temporada de setas comienza a finales de agosto y alcanza su máximo esplendor en septiembre. En esta ocasión, las primeras cosechas abundantes aparecieron a principios de agosto, o incluso antes.

"Este es uno de los inicios de temporada más tempranos y abundantes que recuerdo. Probablemente se deba a que la temporada del año pasado fue más floja y el micelio tuvo tiempo de regenerarse", explica el profesor Artur Gryszkin, del Departamento de Tecnología y Almacenamiento de Alimentos de la Universidad de Ciencias Ambientales y de la Vida de Breslavia.

Los expertos predicen que este año se encontrarán muchas especies en los bosques y que la temporada durará excepcionalmente larga.

¿Cuando se pueden recoger setas?

Los recolectores de setas experimentados afirman que la temporada dura prácticamente todo el año, aunque solo unas pocas especies, como la seta de llama de invierno y los poliporos, se pueden encontrar en invierno. Sin embargo, el verdadero auge llega en primavera y otoño. Las colmenillas aparecen primero (su recolección silvestre está prohibida, pero se pueden cultivar), seguidas más tarde por los preciados boletos, los boletos de laurel y los boletos de abedul.

Los expertos recomiendan evitar los bosques junto a las carreteras y los parques urbanos, ya que los hongos que crecen allí suelen acumular metales pesados y contaminantes. Los complejos forestales silvestres y profundos, especialmente los de pino, haya y mixtos, son más seguros. La hojarasca húmeda también es importante, ya que promueve el crecimiento de los cuerpos fructíferos.

¿Qué setas recoger?

La regla básica es: recolectar solo especies que estemos 100 % seguros de conocer. En caso de duda, lo mejor es consultar un atlas o usar aplicaciones que identifiquen hongos a partir de fotos.

Los expertos aconsejan a los principiantes que se limiten a los hongos tubulares (con una esponja debajo del sombrero), ya que el riesgo de confusión con sus homólogos venenosos es mucho menor.

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