Ley de Datos: Datos bajo el capó

Los datos de los dispositivos telemáticos, que durante mucho tiempo estuvieron en manos de los fabricantes, ahora son accesibles para las empresas y los proveedores de servicios externos. Esto supone un punto de inflexión crucial en un momento en que los datos se están convirtiendo en un activo estratégico.
La noticia pasó casi desapercibida, pero en septiembre del año pasado entró en vigor la nueva normativa europea sobre el acceso, el uso y el intercambio de datos generados por productos conectados y servicios digitales, conocida como Ley de Protección de Datos. «Se trata de un marco legislativo para liberar datos latentes. El 80 % de los datos de estos productos conectados actualmente no se utilizan», explica Samia Arfaoui, directora en Francia de la filial de Targa Telematic, una empresa italiana que procesa 24 terabytes de datos diarios procedentes de más de cuatro millones de vehículos en todo el mundo. En concreto, la legislación pretende otorgar a los usuarios un mayor control sobre la información registrada por los dispositivos conectados, incluidos los vehículos. Incluye obligaciones para fabricantes y proveedores de servicios, permitiendo, entre otras cosas, un mejor acceso a los datos, facilitando su intercambio con terceros, limitando las cláusulas contractuales abusivas y garantizando una mayor portabilidad de los datos.
A menudo se olvida, pero desde la introducción de los sistemas de llamada de emergencia en 2018, todos los vehículos que se ponen en circulación están equipados con una unidad telemática instalada de fábrica. Cada vez más sofisticados, estos sistemas recopilan una gran variedad de datos: kilometraje, consumo de combustible, estilo de conducción, geolocalización, estado de la batería (en el caso de los vehículos eléctricos), alertas mecánicas... la lista es interminable. Estos datos se centralizan en los servidores de los fabricantes, y es precisamente esta posición dominante la que llevó a la Comisión Europea a desarrollar la Ley de Protección de Datos para evitar que estos controlen exclusivamente su uso.
Omitir el anuncioPara las empresas que gestionan flotas de vehículos, independientemente de su tamaño, esta normativa conlleva diversas consecuencias prácticas y estratégicas. «En términos generales, permitirá a las empresas mejorar su coste total de propiedad (CTP), ya que tendrán acceso, mediante software, a información que antes no estaba a su alcance», resume Samia Arfaoui. En concreto, el análisis de datos permite, entre otros servicios, un mejor control del rendimiento de la flota y, en última instancia, la optimización de costes.
Consumo de combustible, emisiones, seguros, desgaste del vehículo y de sus consumibles (neumáticos, frenos, limpiaparabrisas, aceite, etc.): toda esta información está ahora a disposición de los gestores de flotas. Para el mantenimiento, esto permitirá anticipar mejor las intervenciones necesarias, un proceso conocido como "mantenimiento predictivo y proactivo", evitando así tiempos de inactividad excesivos de los vehículos y, por consiguiente, pérdidas económicas.
Esta normativa también permitirá a las empresas cambiar de proveedor de servicios o de nube sin verse limitadas por tarifas excesivas o cláusulas restrictivas. De este modo, podrán aprovechar la competencia y, por consiguiente, reducir costes. En conjunto, todas estas medidas podrían reducir las facturas en torno a un 20% , según las estimaciones de Samia Arfaoui.
Las empresas de telemática están exultantes. «Según la Comisión Europea, esta normativa podría crear un mercado de 280.000 millones de euros para 2028», afirma Samia Arfaoui. Con la apertura a terceros, surgirán nuevos servicios para flotas. Estos incluyen, entre otros, análisis de la conducción, optimización del consumo de combustible, el mantenimiento preventivo mencionado anteriormente e incluso comparativas entre modelos. Si bien algunos de estos servicios ya existen, «la Ley de Protección de Datos permitirá principalmente la interoperabilidad entre todos los agentes de la movilidad, como fabricantes, petroleras, proveedores de servicios, aseguradoras, etc.», explica Arfaoui. Estos agentes están especialmente interesados en esta nueva normativa. «Facilitará el desarrollo del sistema de pago por uso » , afirma un experto en la materia. Aún muy limitado en Francia, este concepto lleva más de una década bien desarrollado en el Reino Unido e Italia. Gracias a una unidad telemática a bordo, permite fijar la prima del seguro en función del uso real del vehículo y el comportamiento del conductor. Cuanto más respete el conductor las normas de circulación, menor será su prima de seguro.
Esta apertura de datos, sin embargo, genera ciertas inquietudes, sobre todo entre los usuarios. La protección de la información personal y el riesgo de vulneración de la privacidad siguen siendo cuestiones delicadas. «La telemática se ha comparado durante mucho tiempo con una caja negra», señala Samia Arfaoui . «Con la Ley de Protección de Datos, hablamos de armonizar datos que ya existían pero que no se procesaban, para hacerlos más legibles y útiles». No obstante, el legislador ha establecido varias salvaguardias; el acceso abierto no elimina las obligaciones relacionadas con la protección de datos personales ni la ciberseguridad. «Las empresas deben informar a sus empleados cuando utilicen dispositivos telemáticos, y su uso siempre debe basarse en razones operativas», continúa . «Cada vez que una empresa ha utilizado esta herramienta para medir el rendimiento de los empleados, ha resultado contraproducente». Asimismo, las empresas deberán verificar que sus proveedores (fabricantes, proveedores de telemática) cumplan con las obligaciones, ya que la responsabilidad puede ser compartida entre el remitente y el usuario de esta información sensible. La batalla por los datos no ha hecho más que empezar.
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