Nueva Caledonia: Macron inaugura cumbre en París en medio de persistentes incertidumbres para el archipiélago

En Nueva Caledonia, las divisiones entre independentistas y leales al gobierno siguen siendo profundas, mientras Emmanuel Macron inaugura este miércoles una cumbre para debatir el futuro político y económico del archipiélago. El jefe de Estado tiene previsto dirigirse a las delegaciones políticas del territorio a las 15:00 h en el Palacio del Elíseo, antes de partir hacia un hotel en Bougival (Yvelines), donde las conversaciones continuarán a puerta cerrada hasta el fin de semana, sin plazo fijo.
El enfoque presidencial «pretende establecer un diálogo que garantice un equilibrio político, social y cultural duradero, adaptado a la realidad caledonia», afirmó el Elíseo, que desea «superar la lógica de la oposición para construir un futuro compartido, equilibrado y sostenible». El objetivo es relanzar el diálogo institucional, pero también económico y social, en un territorio aún exangüe tras la violencia de mayo de 2024 , que dejó 14 muertos y costó más del 15 % de su PIB .
Formato y contornos borrososSin embargo, el contenido y el calendario de la "Cumbre por el Futuro de Nueva Caledonia" siguen siendo inciertos. Se han previsto sesiones "híbridas" con actores económicos, sociales y de la sociedad civil para ese día. Las negociaciones políticas tendrán lugar por la tarde y durante el fin de semana. "En el país, nos estamos planteando muchas preguntas sobre la pertinencia de este formato", subrayó el diputado independentista Emmanuel Tjibaou, quien considera que "el método que hasta ahora ha mantenido a la gente en la mesa de negociaciones está siendo cuestionado".
El jefe de Estado quiso reanudar el diálogo tras el fracaso de las negociaciones de Deva en mayo, en las que las delegaciones independentistas y lealistas se marcharon sin llegar a un acuerdo tras tres días de cónclave bajo la égida del ministro de Exteriores, Manuel Valls . Desde entonces, el hilo del diálogo no se ha roto, señaló el ministro de Exteriores, quien quiere creer que un acuerdo aún es posible: «Necesitamos paz civil, necesitamos estabilidad a largo plazo. Todo el mundo lo sabe en ambas partes».
Pero las posturas siguen siendo radicalmente opuestas. El proyecto de "soberanía con Francia" propuesto en mayo por Manuel Valls —que incluye la doble nacionalidad y una delegación de poderes soberanos— ha indignado a los no independentistas. "No podemos iniciar una nueva ronda de negociaciones que repita lo que propuso Manuel Valls", advirtió una fuente leal: "El presidente de la República ha anunciado que propondrá un nuevo proyecto. Estamos esperando a que nos lo presente".
"Implosión social"Sin embargo, el diputado lealista Nicolas Metzdorf declaró que había venido para "intentar llegar a un acuerdo con el estado y sus socios independentistas". También pidió mayor claridad en la visión del estado. "Lo que esperamos es una ambición para Nueva Caledonia. ¿Qué quiere Francia para Nueva Caledonia? ¿Qué perspectivas quiere Francia brindarle?", preguntó.
Del lado independentista, el Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista (FLNKS) reiteró que no se podía considerar ningún acuerdo "por debajo" de la base propuesta en Deva. "Sabrán enseguida si es una posibilidad remota o no", declaró Emmanuel Tjibaou el martes, pidiendo "un estatus definitivo que tenga en cuenta las aspiraciones del pueblo kanak".
Por su parte, el presidente de la República mantiene discreción sobre sus verdaderas intenciones. Un año después de los disturbios, los funcionarios electos locales están preocupados por un clima aún tenso, pero sobre todo, por la persistente crisis económica. Gran parte de los debates se centrará en la economía y el futuro del níquel, el recurso estratégico del archipiélago. Porque «ni siquiera un acuerdo político nos librará de tener que afrontar inmensos desafíos», declaró Manuel Valls, enfatizando el riesgo de «implosión social» en el archipiélago.
Le Bien Public