Presupuesto: la quinta semana de vacaciones pagadas en la mira del Gobierno
¿Cuántos esqueletos se esconden en los planes presupuestarios de François Bayrou ? Le Figaro ha identificado uno: la monetización de la quinta semana de vacaciones pagadas. Una posibilidad brevemente mencionada por Astrid Panosyan-Bouvet.
"Queremos buscar (...) un incentivo para aumentar la jornada laboral, en un contexto en el que cuatro de cada diez empleados ya hacen horas extras, con, por ejemplo, la posibilidad de monetizar la quinta semana de vacaciones pagadas", declaró el ministro de Trabajo, tras los anuncios del primer ministro.
Una medida que inmediatamente encontró la oposición de la CGT (Confederación General del Trabajo). «El gobierno va a ofrecer a las madres solteras que trabajan a tiempo parcial renunciar a una semana de vacaciones con sus hijos para ganar un poco más de dinero», protesta Denis Gravouil. «Esta propuesta es un señuelo para eludir el problema de los bajos salarios ».
Para el secretario confederal de la CGT, «el objetivo de la monetización es, con el tiempo, restablecer la existencia misma de una quinta semana de vacaciones pagadas». Así, el gobierno podría inspirarse en la monetización de los días de descanso remunerado (RTT). Introducido en 2022, este sistema, que permite a los empleados cobrar por cada día de descanso no disfrutado, había suscitado desconfianza en todos los sindicatos.
Cabe recordar que, entre los 43.800 millones de euros de ahorro previstos para 2026, el gobierno prevé, entre otras cosas, un nuevo endurecimiento del sistema de seguro de desempleo y una mayor flexibilidad laboral. La monetización de la quinta semana de vacaciones pagadas forma parte de las negociaciones que el gobierno busca con la patronal y los sindicatos.
Las cinco confederaciones representativas (CFDT, CGT, FO, CFE-CGC, CFTC) se reunirán este viernes. «Veremos qué sucede, pero dados los ataques sin precedentes, no podemos descartar un boicot», enfatiza Denis Gravouil. «Esta monetización forma parte del museo de los horrores. Cuando dedicamos tiempo al trabajo, es para ellos», advierte Marylise Léon (CFDT), de France Inter, quien asegura que «las movilizaciones no están descartadas» al inicio del curso escolar.
Por parte de los empleadores, este enfoque es, como era de esperar, bien recibido. «Si corresponde al deseo de los empleados de un mayor salario, no veo dónde radica el problema», afirma Éric Chevée (CPME) en Le Parisien .
La quinta semana de vacaciones pagadas fue introducida en 1982 por la izquierda bajo el gobierno de Pierre Mauroy. «La patronal, con un ánimo vengativo y poujadista, quiere borrar de raíz los avances sociales logrados gracias al programa conjunto», afirma Denis Gravouil.
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