Soy epidemiólogo. Tengo malas noticias sobre ese nuevo estudio sobre el cáncer de colon.

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Hay un viejo chiste sobre el Daily Mail. Eso es atemporal: al tabloide le gusta categorizar cualquier sustancia conocida por la humanidad como causa o cura del cáncer. Incluso la BBC publicó una canción hace 15 años que se burlaba de esta tendencia.
El problema es que no se trata solo del Daily Mail. En realidad, a todos nos encantan las historias sobre las causas o la prevención del cáncer, tanto que la mayoría de los medios de comunicación son culpables de tergiversar la evidencia que aparece en los numerosos estudios relacionados con el cáncer que se publican cada año.
La última serie de artículos es un ejemplo maravilloso. Una publicación científica reciente señala la relación entre el consumo de verduras crucíferas (un amplio grupo que incluye desde el brócoli hasta el pak choi) y un menor riesgo de cáncer de colon. Como era de esperar, los medios de comunicación se han vuelto locos . Si creemos en los titulares, esto significaría que podemos reducir drásticamente el riesgo de un tipo de cáncer realmente grave con solo unos pocos ramilletes de coliflor al día.
Lamentablemente, como epidemiólogo, puedo decirles que los datos no son lo suficientemente contundentes como para llegar a una conclusión tan significativa.
El nuevo estudio es una revisión sistemática de la investigación observacional. En este contexto, la investigación observacional implica que los científicos preguntan a las personas qué comen y luego analizan si los alimentos que consumen están relacionados con su riesgo a largo plazo de cáncer. Una revisión sistemática es un tipo de estudio que recopila todos los estudios sobre un tema y los combina en un único análisis.
En este caso, si se analiza toda la investigación observacional sobre las verduras crucíferas y el cáncer de colon, parece que las personas que consumen más verduras tienen menos cáncer. Los niveles más altos de consumo de verduras se asociaron con una reducción del 17 % en el riesgo de cáncer de colon en 17 estudios, en comparación con quienes no consumen verduras crucíferas.
El problema radica en esa asociación de palabras. Gracias a este estudio y a los anteriores que lo integran, podemos afirmar con cierta certeza que, si se pregunta a grupos grandes de personas qué comen, quienes dicen comer más brócoli cada semana tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de colon con el tiempo. Pero ¿qué significa eso realmente?
Es muy difícil determinar, a partir de estudios como este, si comer más verduras realmente mejora la salud o si existe algún otro factor que no se mide adecuadamente en el estudio. Las personas mienten con frecuencia en las encuestas sobre lo que comen, o se olvidan y cometen errores. Quienes comen más verduras son sistemáticamente diferentes de quienes comen menos, de maneras difíciles de controlar en estudios como este. Podría ser simplemente que las personas ricas tengan más acceso a las verduras y sean menos propensas a contraer cáncer porque hacen más ejercicio o están menos expuestas a carcinógenos conocidos, en lugar de algo específico de la col o las coles de Bruselas.
Los autores de esta revisión sistemática intentaron explicar algunos de estos problemas, pero un problema fundamental de los grandes estudios nutricionales que simplemente preguntan a las personas qué comen es que resulta muy difícil eliminarlos por completo. Por eso realizamos ensayos clínicos aleatorizados, que pueden explicar todos estos problemas.
O, citando a los autores de la nueva revisión: «Este metanálisis sugiere una posible asociación inversa entre una mayor ingesta de verduras crucíferas y la incidencia de cáncer de colon. Sin embargo, estos hallazgos deben interpretarse con cautela debido a limitaciones metodológicas». Esto, en términos científicos, significa: «No sabemos si el brócoli previene el cáncer».
Esto parece un ejemplo más de cómo los medios exageran hallazgos sin importancia. Sí, existe cierta asociación entre el brócoli y la buena salud, pero eso ya lo sabíamos. Probablemente haya docenas, si no cientos, de enfermedades con las que se podría encontrar una asociación positiva como esta, pero, en mi humilde opinión, esa noticia no es interesante ni útil para la vida.
En cuanto a si ciertos alimentos causan o curan el cáncer, no creo que nunca tengamos buenas respuestas. Incluso en el caso de la carne roja, que se ha investigado durante décadas, no hay pruebas claras de una relación con el cáncer.
Es cierto que tu dieta en general puede aumentar o reducir el riesgo de padecer diversas enfermedades, pero en lo que respecta a alimentos específicos, la evidencia es mucho más confusa. No empieces a comer ensalada de col solo porque creas que te protegerá del cáncer. Si te gusta la col, cómela .
