Fíjate bien en tu cable USB: si ves este color, esconde una función oculta muy útil.

El estándar USB se consolidó rápidamente como estándar en el mundo de la informática y los dispositivos conectados. Hoy en día, todo el mundo reconoce un puerto o cable USB, ya que son muy útiles para conectar numerosos dispositivos.
Muchos usuarios de cables USB desconocen que este tipo de conexiones a veces tienen un código de color específico. Pruébalo en casa y observa el interior de los puertos o conectores para encontrar colores como blanco, azul o naranja. Si bien para muchos estos colores son puramente estéticos, en ocasiones indican funciones ocultas que resultan muy útiles en el día a día.
Si revisas tu cajón lleno de cables USB, lo más probable es que la mayoría sean incoloros o tengan una pequeña pestaña negra dentro del conector. Estos son los cables USB más comunes y son compatibles con USB 2.0. Este estándar garantiza la compatibilidad con la gran mayoría de los dispositivos, pero no ofrece velocidades de transferencia muy altas (hasta 480 Mbps). En resumen: un cable negro o incoloro no te permitirá transferir tus archivos con rapidez.
Cabe destacar que también existen cables blancos, pero estos corresponden a USB 1.0 y, por lo tanto, son aún más lentos. En cambio, la transición a USB 3.0 se caracterizó por la introducción de los cables azules. Este estándar permite una velocidad de transferencia mucho mayor en comparación con los cables 2.0, alcanzando velocidades de aproximadamente 4,8 Gbps.
Pero la elección definitiva se distingue claramente por un cable USB con conector rojo o naranja. Un cable con conector rojo indica que es compatible con USB 3.1 o 3.2, lo que le permite alcanzar velocidades de transferencia de datos de hasta 10 a 20 Gb/s. Esto debería permitirle transferir sus archivos más grandes mucho más rápido que con un cable negro, blanco o azul. Sin embargo, tenga en cuenta que muchos fabricantes ya no diferencian entre los colores rojo, amarillo y naranja, tema que abordaremos a continuación.
Aunque el cable USB naranja (o amarillo) solo admite el estándar USB 3.0, esto se traduce en una velocidad de transferencia de aproximadamente 5 Gb/s. Si bien sigue siendo rápido, también oculta otra característica: los cables con conectores naranjas están siempre encendidos. Poco conocidos y utilizados por el público general, estos cables permiten cargar los dispositivos de forma continua incluso cuando están apagados. En la práctica, se puede conectar un dispositivo al ordenador apagado mediante un cable naranja, y este permanecerá encendido para cargar el dispositivo.
Además de estos códigos, el uso de colores en un conector de cable USB también tiene una finalidad práctica: permite ver instintivamente cómo insertar el cable en el conector distinguiendo los dos bordes de este último.
L'Internaute


