Se agota el tiempo y aún no se logra evitar el arancel de Estados Unidos: ¿cuál es la estrategia de Colombia?

A Colombia se le agota el tiempo para negociar con Estados Unidos y evitar la imposición de un arancel del 10 por ciento que terminaría afectando a cerca del 30 por ciento de sus exportaciones.
Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones colombianas, con ventas que alcanzaron los 6.099 millones de dólares en los primeros cinco meses del 2025. Esta cifra equivale al 29,8 por ciento de un total exportado de 20.433 millones de dólares.
Como hace cuatro días venció el plazo de 90 días que dio el presidente Donald Trump para negociar, el gobierno de Estados Unidos comenzó a enviar cartas formales notificando la imposición de aranceles a los países que no lograron alcanzar acuerdos bilaterales.
Colombia es uno de esos países que no ha logrado negociar con Estados Unidos, pero aún no ha recibido esta notificación y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo se mantiene optimista frente a la posibilidad de lograr un acuerdo.

Foto:Ministerio de Transporte
“Continuamos monitoreando la evolución del proceso con responsabilidad institucional y plena disposición al diálogo técnico, en defensa de nuestro sector productivo y del marco de reglas que rige la relación bilateral”, aseguró la ministra Diana Morales.
Pero la presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, considera que, hasta el momento, “no se ha evidenciado una gestión formal, técnica y sostenida” por parte del Gobierno Nacional para la revisión, reducción o eliminación de ese arancel del 10 por ciento.
Continuamos monitoreando la evolución del proceso con responsabilidad institucional
“Este arancel no está dirigido exclusivamente a Colombia, sino que aplica a más de 130 países. Sin una estrategia clara de negociación bilateral, acompañada de compromisos verificables, es poco probable que Colombia sea excluida de esta medida”, afirmó.
No obstante, la ministra manifestó que ha liderado “un ejercicio técnico riguroso, orientado a revisar de manera estructurada los denominados irritantes comerciales que inciden en la relación bilateral con Estados Unidos”.
Los “irritantes comerciales” están relacionados con medidas de chatarrización, reglamentos técnicos y diferentes sectores sensibles, como la agroindustria y la manufactura.

Foto:iStock
Según comentó la funcionaria, se trata de un trabajo interinstitucional y sectorial, con la participación de entidades del Gobierno Nacional y con la participación del embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña.
En el marco de su estrategia, el Ministerio instaló una mesa de diálogo con los gremios y sectores exportadores, con quienes ha sostenido dos encuentros con el fin de “recoger sus expectativas, atender sus preocupaciones y construir conjuntamente una ruta de interlocución técnica más robusta, que se nutre del conocimiento del sector y de su experiencia directa en los mercados”.
Además, la ministra Diana Morales resaltó que es importante iniciar por esta revisión técnica como paso estratégico para estructurar de forma adecuada cualquier proceso de negociación con el gobierno de Estados Unidos.
“Si bien entendemos que las negociaciones comerciales implican desafíos, existe plena disposición institucional y una hoja de ruta clara para avanzar con responsabilidad”, agregó.
Como parte de esa hoja de ruta, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo también está trabajando en una carta que le enviará al gobierno de Donald Trump a más tardar este lunes 14 de julio, manifestando la voluntad de Colombia de negociar y los puntos clave que se deben tener en cuenta.
Entre tanto, la presidenta de AmCham Colombia aseguró que, sin una estrategia clara de negociación bilateral, acompañada de compromisos verificables, es poco probable que Colombia sea excluida de este arancel del 10 por ciento.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto:AFP
Además, recuerda que persisten temas sensibles que requieren atención técnica y continuidad institucional para generar confianza. “Mientras no se avance en estos frentes, el riesgo de nuevas repercusiones económicas permanece latente”, advirtió.
Si no se logra un acuerdo, y las exportaciones a Estados Unidos quedan gravadas con ese 10 por ciento, María Claudia Lacouture, aseguró que la prioridad debe ser preservar el acceso competitivo al mercado estadounidense mediante “una diplomacia económica, activa, técnica y sostenida”.
Esto implica “abordar con seriedad” los temas sensibles en la relación bilateral, anticipar riesgos y promover espacios de cooperación que refuercen la confianza.
Mientras no se avance en estos frentes, el riesgo de nuevas repercusiones económicas permanece latente
En paralelo, Colombia debe acelerar una estrategia integral de competitividad que combine reducción de costos logísticos y regulatorios, mejora en la eficiencia productiva, acceso a insumos a precios competitivos y fomento a la inversión.
Igualmente, el presidente de Analdex, Javier Díaz, considera necesario revisar cómo se pueden disminuir costos internos en logística, inspecciones y transporte, al tiempo que resalta la posibilidad de que se excluya de este arancel a aquellos productos que son más significativos en las exportaciones colombianas.
Sin embargo, “nada de esto será suficiente si no se fortalece la institucionalidad y se envían señales claras de confianza, estabilidad y cooperación internacional”, según comentó la presidenta de AmCham Colombia.

Foto:Camilo Jiménez / Suministradas Astrid Medina / EL NUEVO DÍA.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su disposición a negociar con Estados Unidos la imposición de un arancel del 50 por ciento, al tiempo que evalúa medidas de reciprocidad.
De no concretarse un acuerdo, se estaría abriendo una ventana de oportunidad competitiva para Colombia, especialmente en sectores donde compite directamente con Brasil en el mercado estadounidense.
Ese es el caso del café. Durante los primeros cinco meses de 2025, Brasil exportó 1.342,8 millones de dólares en café a Estados Unidos, mientras que Colombia le vendió 1.121 millones de dólares.
También habría espacio para crecer en jugos de frutas, caña de azúcar y extractos y esencias de café, porque una brecha arancelaria hace que los productos colombianos ganen atractivo relativo en precio y acceso.
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