Marrakech, fascinante y futbolera: cómo es la Ciudad Roja de Marruecos que invierte y se moderniza pensando en el Mundial 2030

El fútbol ha dado a Marrakech un motivo de orgullo. Allí nació el 18 de agosto de 1933, durante el período del Protectorado Francés en Marruecos, Just Fontaine, el hombre que, con la camiseta del Les Bleus, anotó 13 goles en seis partidos del Mundial Suecia 1958, una marca que nadie pudo romper (y que probablemente jamás sea quebrada). Pero Marrakech tiene también otras razones para presumir.
La Ciudad Roja, como se la conoce por el color que predomina en sus construcciones, es una de las cuatro Ciudades Imperiales de Marruecos (las otras son Rabat, Fès y Meknès) y fue la capital del Reino durante casi 400 años en cuatro períodos entre los siglos XI y XVIII. Su medina, fundada hace casi un milenio, tiene una superficie de 600 hectáreas, lo que la convierte en la mayor del norte de África, y fue incluida por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial en 1985.
Esta urbe, de poco más de un millón de habitantes, es el principal destino turístico del país: en 2024 la visitaron casi cuatro millones de personas, una cifra récord, de acuerdo con un informe del Consejo Regional de Turismo de la región Marrakech-Safi. Seguramente la mayoría de los visitantes estuvo en la Plaza Jemaa el-Fna, el corazón de la ciudad, donde se puede disfrutar un show de música gnawa, degustar un tajine de carne en una mesa comunitaria, apreciar las habilidades de un encantador de serpientes o comprar camisetas, bufandas o gorras del seleccionado que este viernes se clasificó al Mundial 2026.
En Marrakech, como en cualquier parte de Marruecos, el fútbol está omnipresente. El equipo más importante de la ciudad, el Kawkab Athletic Club, tiene una hinchada conocida como “jugador número12”, aunque este conjunto sí ha experimentado las ingratitudes de un descenso. O de varios. En las últimas seis temporadas, compitió en la segunda y en la tercera división (que es amateur). Finalmente en mayo consiguió el título de la categoría de plata y el ascenso a la elite.
“El fútbol es una bendición para nosotros. Gracias a Dios, volveremos a jugar en la primera división y eso será gratificante para Marrakech. Si Dios lo quiere, competiremos muy bien con los equipos más importantes del país”, se ilusiona Tarek, quien conduce un taxi (aquí son amarillos) y presume de haber jugado para Kawkab en su juventud.
Clarín en Marruecos: los secretos del Gran Estadio de Marrakech, sede de la Copa Africana de Naciones
Durante la temporada del ascenso, Kawkab disputó, como de costumbre, sus partidos de local en el Gran Estadio de Marrakech, en el que se estaban realizando tareas de remodelación, ya que ese será uno de los nueve escenarios que acogerán encuentros de la próxima Copa Africana de Naciones, que se llevará a cabo entre el 21 de diciembre y el 18 de enero.
“El principal desafío que tuvimos en el primer tramo de la reforma fue llevar a cabo la obra mientras el estadio seguía en actividad. Una vez que terminó la temporada y la actividad en el estadio se detuvo, alcanzamos la velocidad crucero que nos permitió cumplir el plazo deseado para esta primera etapa”, explica Morad Karaoui, director regional de la Sociedad Nacional de Construcción y Gestión de Equipamientos Deportivos (Sonarges), un organismo público cuya misión principal es la planificación, edificación, administración y desarrollo de infraestructuras deportivas a nivel nacional.
El Gran Estadio de Marrakech puede acoger a 41.000 espectadores. Foto: Federación Real Marroquí de Fútbol.
La obra, que costó 400 millones de dírhams (unos 44 millones de dólares), comenzó en enero de 2024 e incluyó mejoras en los vestuarios, la zona mixta y la zona de prensa; cambio de butacas; renovación del terreno de juego y de cuatro campos de entrenamiento (además se añadieron otros tres) y cambio de la iluminación. Pero quizás la modificación más vistosa fue la instalación de un restaurante panorámico con capacidad para 180 comensales.
Este sábado, Kawkab jugó un amistoso con el Étoile du Sahel tunecino para celebrar la finalización de las obras. Pero este final es apenas una pausa, ya que después de la Copa Africana de Naciones se pondrá en marcha un segundo tramo de trabajos porque el Gran Estadio de Marrakech, (donde San Lorenzo venció a Auckland City y cayó ante Real Madrid en el Mundial de Clubes 2014), también será una de las seis sedes marroquíes en el Mundial 2030, que este país coorganizará con España y Portugal.
Los vestuarios del Gran Estadio de Marrakech fueron remodelados para la Copa Africana de Naciones. Foto: Federación Real Marroquí de Fútbol.
En la segunda etapa de remodelación de este estadio, ubicado en el norte de la ciudad (el área más moderna) y al pie de la Cordillera del Atlas, se techarán los sectores de tribunas que aún están descubiertos y se ampliará la capacidad de 41.000 a 46.000 espectadores. Para ello se bajará el nivel del campo, se quitará la pista de atletismo y se añadirá un nuevo anillo de asientos, según explicó a Clarín Abdelkerim Bouilli, director de desarrollo del Gran Estadio de Marrakech, en representación de la Agencia Nacional de Equipamiento Público. La finalización de esa obra está prevista para 2028.
La remodelación del estadio será acompañada por otras labores de modernización. Como parte de un programa de inversión de 96.000 millones de dirhams (10.500 millones de dólares) que está desarrollando la Oficina Nacional de Ferrocarriles, se sumará una línea de alta velocidad que unirá Marrakech con Kenitra, en el norte del país, en un recorrido de 430 kilómetros que se realizará en dos horas y 40 minutos. El objetivo es que comience a operar a fines de 2029, unos meses antes del Mundial.
Clarin