Historiografía | La lucha por la memoria en Indonesia
Indonesia, con más de 280 millones de habitantes y el país más poblado del Sudeste Asiático, se encuentra al inicio de un delicado proyecto histórico. El gobierno del presidente Prabowo Subianto, en el cargo desde 2024, planea una reforma integral de la historiografía nacional y se enfrenta a duras críticas del mundo académico y la sociedad civil.
La iniciativa, liderada por el ministro de Cultura nacionalista Fadli Zon, se promociona como una actualización indonesia de los libros de texto de historia existentes. Sin embargo, los críticos ven el proyecto menos como una modernización académica que como un proyecto con motivaciones políticas y tendencias autoritarias.
Recaída en patrones autoritariosEl arqueólogo Harry Simanjuntak, quien en su momento colaboró con el proyecto, dimitió debido a que se ignoraron los enfoques científicamente reconocidos. La alianza independiente AKSI (Alianza para la Apertura Histórica) advierte contra una recaída en patrones autoritarios que presentan una versión estatal del pasado como verdadera. Ha lanzado unapetición contra el proyecto a través de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.
El gobierno de Prabowo ya ha demostrado repetidamente que está dispuesto a distorsionar la historia en su beneficio y utilizarla como herramienta política, escribe Jonathan Tehusijarana, de la Universidad de Melbourne, en un análisis . La revisión prevista recuerda mucho a la "Sejarah Nasional Indonesia" (SNI), que surgió bajo el régimen autoritario de Suharto y ofreció una visión unilateral y controlada por el Estado de la historia de Indonesia.
Activistas de derechos humanos "preocupados"Andreas Harsono, de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, también expresó su profunda preocupación en un correo electrónico por la posibilidad de que el proyecto omitiera o reinterpretara acontecimientos históricos clave, ocultando así violaciones de derechos humanos . Citó como ejemplo que los borradores iniciales minimizaron drásticamente el papel del régimen militar en las masacres de 1965 a 1969, período durante el cual el general Suharto fue tomando cada vez más poder tras el golpe militar de 1965, antes de asumir oficialmente la presidencia en 1967.
Se estima que al menos 500.000 personas murieron durante la campaña militar contra presuntos comunistas. Harsono añadió que era especialmente preocupante que el ministro responsable del proyecto desestimara la violencia sexual contra mujeres de etnia china durante los disturbios de 1998 calificándola de mero "rumor" en una entrevista.
"El gobierno está dispuesto a distorsionar la historia para su propio beneficio y utilizarla como herramienta política".
Jonathan Tehusijarana Universidad de Melbourne
El cronograma del proyecto histórico es extremadamente ambicioso: la nueva historia nacional deberá completarse para el Día de la Independencia, el 17 de agosto de 2025. Por lo tanto, muchos consideran el proyecto gubernamental como un intento de Prabowo no solo de moldear la identidad nacional, sino también de relativizar su propio papel en el pasado. Prabowo, yerno del exdictador Suharto, también ha sido acusado de violaciones de derechos humanos.
Historia con un giro positivoEl objetivo declarado es presentar la historia "en un tono positivo", afirma Tehusijarana. Para el investigador, esto indica claramente que se trata menos de precisión histórica que de narrativas políticas. La instrumentalización del pasado también es evidente en el trato que reciben los héroes nacionales: por ejemplo, el anuncio de nuevos héroes nacionales en el "Día de los Héroes" de noviembre de 2024 se pospuso sin explicación, a pesar de que las nominaciones ya estaban finalizadas. Al mismo tiempo, se reavivó sorprendentemente el viejo debate sobre el homenaje póstumo al exdictador Suharto, una propuesta que siempre había sido rechazada.
La promesa de declarar heroína nacional a la activista laboral asesinada Marsinah parece casi cínica en comparación. Un ícono del movimiento sindical indonesio que murió en circunstancias dudosas en 1993, presuntamente asesinado por los militares. El presidente Prabowo Subianto hizo la promesa el 1 de mayo de 2025. Muchos la ven como un intento de obtener el apoyo sindical para el homenaje a Suharto.
Se requieren voces diversasIndonesia es un país multiétnico con más de 17.000 islas y cientos de idiomas, con una población predominantemente musulmana. Sin embargo, muchas regiones conservan fuertes tradiciones indígenas. La historia del país es compleja: desde el colonialismo holandés hasta las luchas por la independencia y la dictadura militar del general Suharto, que no terminó hasta 1998.
Una historiografía moderna y democrática también debe considerar las voces de la población: mujeres, grupos indígenas, ex presos políticos o minorías como los indonesios chinos o indios, argumenta Tehusijarana. Proyectos académicos recientes, por ejemplo, sobre la independencia de Indonesia, han intentado precisamente esto: una narrativa multiperspectiva. «Si el nuevo proyecto histórico no incorpora estas perspectivas, simplemente se convertirá en otro instrumento del Estado para crear una especie de 'religión civil' que anteponga sus propios intereses políticos a una confrontación honesta con el pasado», advierte el investigador.
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