Guerra en Gaza | Temor de un caos generalizado en la ciudad de Gaza

El ataque aéreo israelí contra el Hospital Nasser, en la ciudad sureña de Khan Yunis, eclipsó el avance hacia la ciudad de Gaza el lunes. El Ministerio de Salud, controlado por Hamás, informó de 20 muertes en Khan Yunis.

En la Ciudad de Gaza, el ejército israelí (FDI) se encuentra ahora a solo unos kilómetros del centro debido al avance de los tanques hacia el distrito de Sabra. Los proyectiles de artillería impactaron las tiendas de campaña de Sabra antes que los tanques, como ya lo habían hecho en las vecinas Zeitoun y Asdaa. Vídeos muestran drones disparando contra los residentes en sus casas y en las calles. El ataque a la Ciudad de Gaza comenzó la semana pasada con bombardeos de aviones de combate; periodistas palestinos filmaron cráteres de hasta cuatro metros de profundidad entre las tiendas de campaña en las afueras de la Ciudad de Gaza.

En realidad, se esperaba un avance del ejército israelí sobre el terreno recién en las próximas semanas, ya que más de 60.000 israelíes están recibiendo órdenes de reclutamiento para participar en la captura planeada de la ciudad de Gaza .

Eyal Zamir, comandante de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), había estimado que la tarea tomaría al menos cuatro meses, pero Benjamin Netanyahu exigió una aceleración drástica de los preparativos. El propio primer ministro nombró a Zamir, un político de línea dura, por considerar a su predecesor demasiado moderado. La magnitud de su desencuentro con Zamir quedó demostrada con la visita de Netanyahu a una base naval en Haifa el fin de semana pasado.

Miedo a los bombardeos en la “zona protegida”

Hemos creado las condiciones para un acuerdo, que ahora está sobre la mesa. Debemos aprovechar esta oportunidad. Pero esto depende completamente de Netanyahu. Zamir incluso se había pronunciado en contra de una ofensiva sobre la ciudad de Gaza, pues creía que pondría en peligro la vida de los 20 rehenes que aún viven y que se cree que se encuentran allí. Un total de 50 rehenes permanecen en Gaza. Pero los radicales del gabinete de Netanyahu han prevalecido contra Zamir y numerosas otras voces de advertencia de altos oficiales del ejército y los servicios de inteligencia.

Las organizaciones de ayuda palestinas han contabilizado más de 100 muertos desde el inicio de la ofensiva contra la capital de la Franja de Gaza. Gran parte del millón de habitantes permanece en sus hogares y campos de refugiados. Muchos ya han acatado varias órdenes de evacuación, temiendo ser atacados también en la "zona segura" designada por el ejército. Los residentes ya no pueden entrar en el 86 % de la Franja de Gaza.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, exige el cese inmediato de la ofensiva. Es probable que el deterioro de la situación humanitaria en la ciudad de Gaza sea un tema importante de debate en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, prevista para finales de septiembre. Australia, Francia y otros países occidentales quieren reconocer a Palestina debido a los ataques diarios contra palestinos y la expansión masiva de asentamientos en la Cisjordania ocupada. Para evitar ofender aún más al mediador estadounidense Steve Witkoff y al gobierno estadounidense, el primer ministro israelí ofreció reanudar las negociaciones sobre un alto el fuego al mismo tiempo que los tanques avanzaban sobre la ciudad de Gaza.

También se espera que los 600.000 residentes y 400.000 refugiados abandonen la ciudad rumbo al sur. En las dos ciudades capturadas por las FDI, Rafah y Beit Hanún, muchos edificios fueron arrasados ​​con excavadoras.

El ambiente en la Ciudad de Gaza es desesperado. Quienes tienen suficiente dinero aún pueden encontrar algo para comer en el centro financiero y cultural del enclave de 42 kilómetros de extensión. Pero muchos residentes se han quedado sin reservas tras perder sus ingresos; se mueren de hambre. El ejército israelí les envía repetidamente mensajes de texto o de voz instándolos a huir. Pero ni las calles del centro ni las que rodean la frontera con Egipto son seguras. Los ataques guerrilleros de Hamás se cobran repetidamente la vida de soldados israelíes, y breves intercambios de disparos suelen ir seguidos de ataques aéreos masivos. "Nos quedamos en casa, organizamos una comida al día y, por lo demás, apenas nos movemos por el apartamento", declaró un residente de Sabra al periódico "nd" por teléfono. "Rara vez tenemos agua para ducharnos o electricidad. Pero, independientemente de adónde nos mudáramos, allí la situación sería aún peor".

Israel está librando una guerra en varios frentes

La guerra de Gaza sigue teniendo una dimensión regional. Tras el repetido lanzamiento de cohetes y drones por parte de los rebeldes hutíes yemeníes contra Israel la semana pasada, la Fuerza Aérea israelí bombardeó varios objetivos en la capital, Saná. Aunque casi todos los misiles disparados desde Yemen fueron interceptados por las defensas aéreas israelíes, el mando militar israelí informó que era la primera vez que los hutíes utilizaban municiones de racimo. Si las defensas aéreas se ven superadas por el elevado número de cohetes disparados simultáneamente, como ocurrió durante la guerra de doce días contra Irán, el movimiento chií, aliado de Irán, podría representar una amenaza militar para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Tras el ataque aéreo de aviones de combate israelíes contra un depósito de combustible y una central eléctrica, una humareda negra se cernió sobre Saná durante el fin de semana. El Ministerio de Salud contabilizó seis muertos y decenas de heridos tras el ataque aéreo.

Yahya Rahim Safavi, asesor militar del Líder Supremo de Irán, Alí ​​Jamenei, advirtió la semana pasada que Irán no estaba en un alto el fuego con Israel, sino en guerra. Anteriormente, los medios iraníes informaron sobre la prueba de un nuevo y aún desconocido tipo de misil supersónico.

Netanyahu también pretende aprovechar la superioridad militar actual de Israel en Siria y Líbano para consolidar su ocupación de lugares estratégicos. Según informes de residentes, el ejército israelí capturó Rakhla durante el fin de semana. Ubicada a 20 kilómetros al sur de Damasco, la ciudad es un punto estratégico entre Baalbek y Beirut, a 60 kilómetros de distancia. Netanyahu declaró el lunes que solo se retirarían de la zona de contención en el sur del Líbano si Hezbolá se desarmara. Sin embargo, los líderes de Hezbolá rechazan firmemente esta medida, ya que el gobierno libanés es demasiado débil militarmente para hacerla cumplir. El lunes, un ataque con drones israelíes en el sur del Líbano dejó una persona muerta.