Un experto revela exactamente por qué abrir correos electrónicos y mensajes de texto te llena de pavor

Un experto en hormonas reveló por qué los millennials y los baby boomers pueden entrar en pánico cuando su móvil suena con una nueva notificación y cómo evitarlo. Mike Kocsis, de Balance My Hormones , afirma que las personas pueden sufrir picos de cortisol de "lucha o huida" cuando el trabajo o un ser querido nos envía un mensaje, ya que nos sentimos presionados a responder lo antes posible.
Además del cortisol, el cuerpo también libera adrenalina cuando recibe una notificación inesperada: es la forma en que el cuerpo nos prepara para la acción, lo que nos genera una sensación de urgencia. Pero Mike afirma que recibir mensajes de amigos o familiares libera oxitocina, la hormona del vínculo. Cuando los mensajes son laborales o exigentes , el cerebro percibe una amenaza, lo que puede interrumpir los momentos de calma y provocar agotamiento emocional.
Con el tiempo, estos picos pueden provocar ansiedad, estrés crónico y agotamiento: el 76 por ciento de los millennials y el 40 por ciento de los baby boomers admiten experimentar pensamientos ansiosos cuando reciben una alerta en el teléfono.
Y Mike añade que los constantes pitidos del teléfono y la ansiedad por las notificaciones pueden tener un impacto en el sueño al reducir la liberación de melatonina, la hormona del sueño, que juega un papel fundamental en la regulación del ciclo sueño-vigilia.
Esto puede causar problemas de salud a largo plazo, como deterioro de las funciones cognitivas, aumento de peso, insomnio y estrés crónico.
Ahora Mike ha propuesto cinco formas de evitar el miedo a los mensajes y proteger las hormonas, entre ellas establecer límites sobre cuándo mirar el teléfono, priorizar los chats cara a cara, desactivar las notificaciones no esenciales, practicar reacciones conscientes y, por último, limitar las conversaciones relacionadas con el trabajo.
Aquí Mike detalla primero lo que sucede con tus hormonas cuando recibes una notificación:
Picos de cortisol:
El cuerpo puede activar automáticamente una respuesta de lucha o huida al recibir una notificación, ya que una dosis de cortisol circula por el cuerpo. Este aumento inesperado se produce cuando el mensaje proviene del trabajo o de un ser querido a quien sientes que debes responder lo antes posible. Con el tiempo, los picos constantes de cortisol pueden provocar ansiedad, estrés crónico y agotamiento.
Golpes de dopamina: la trampa de la gratificación instantánea:
Algunas notificaciones también pueden provocar la liberación de dopamina, el neurotransmisor del bienestar. Cada vez que recibes una notificación y la respondes, tu cerebro te recompensa con una pequeña explosión de alegría. Por eso sentimos la necesidad de responder de inmediato, incluso cuando el mensaje no es urgente. Revisar el teléfono constantemente puede provocar una conducta adictiva, por la búsqueda de esa dosis de dopamina.
Subida de adrenalina:
Además del cortisol, el cuerpo también libera adrenalina cuando recibe una notificación inesperada. Puedes sentirte hiperalerta por una repentina oleada de energía, lo que dificulta tu capacidad de relajarte. Esta oleada de adrenalina es la forma en que tu cuerpo te prepara para la acción, lo que te genera una sensación de urgencia. Es común sentirse cansado cuando no respondes a los mensajes y que te cueste desconectar por la noche.
Alteración de la oxitocina: La desconexión:
Si bien recibir mensajes de amigos o familiares libera oxitocina, la hormona del vínculo, cuando los mensajes son laborales o exigentes, el cerebro percibe una amenaza. La presión para responder rápidamente a los correos del trabajo o a los amigos puede impedirte disfrutar plenamente de momentos de conexión y paz, lo que provoca agotamiento emocional.
Supresión de la melatonina: impacto en el sueño
Uno de los efectos más ignorados de las notificaciones constantes es su impacto en el sueño. Revisar o responder mensajes justo antes de acostarse puede reducir la liberación de melatonina, la hormona del sueño, que desempeña un papel fundamental en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Esto dificulta conciliar el sueño y mantenerlo. Con el tiempo, un sueño intranquilo debido a las distracciones de los mensajes puede causar problemas de salud a largo plazo, como deterioro de las funciones cognitivas, aumento de peso, insomnio y estrés crónico.
Cinco formas de Mike para evitar el miedo a los mensajes y proteger las hormonas:
Establece límites para las notificaciones : Una de las maneras más fáciles de reducir el impacto de las notificaciones es establecer límites directos. Limita la frecuencia con la que revisas tu correo o mensajes del trabajo. Intenta desactivar las notificaciones después de cierta hora, como las 7 p. m. O establece una hora específica durante el día para revisar y responder mensajes, por ejemplo, una vez cada dos horas. Puedes configurar "No molestar" en la mayoría de los dispositivos para silenciar las notificaciones. Luego, aprovecha ese tiempo para hacer algo productivo, como leer o hacer ejercicio. Esto ayudará a romper el ciclo de respuestas instantáneas y permitirá que tu cerebro se concentre más en otras tareas.
Desactiva las notificaciones innecesarias : "No necesitas la distracción mental de cada vez que alguien envía una foto o un mensaje a un chat grupal; tu teléfono sonará constantemente. Así que sé selectivo con las notificaciones que permites y desactiva todas las alertas adicionales de aplicaciones o grupos que no te importen. Esto reduce el pitido constante que puede disparar el cortisol".
Prioriza las charlas cara a cara : "Si es posible, en lugar de hablar por mensajes, intenta conversar en persona con familiares y amigos. Esto ayudará a crear conexiones más profundas y reducirá el estrés que generan los mensajes malinterpretados o la presión de responder rápidamente".
Practica la atención plena : en lugar de responder a un mensaje de inmediato, practica la atención plena respirando profundamente varias veces antes de reaccionar. Puedes empezar contando hasta 5 antes de responder. Esto te dará la oportunidad de sentir tu reacción emocional y, si es necesario, responder en ese instante. También te ayudará a calmar los subidones de adrenalina y cortisol que acompañan la presión de responder de inmediato.
Limita las conversaciones laborales : "Los mensajes de trabajo pueden ocupar fácilmente tu tiempo y generar estrés innecesario. Limita tus conversaciones laborales a un momento específico del día. Si tu compañero o jefe espera que estés disponible todo el día, debes hablar con él sobre cómo establecer límites que respeten tu tiempo y tu salud".
Daily Express