Cómo los bombarderos antibúnkeres y furtivos B-2 atacan el programa nuclear de Irán

El ataque de precisión ultrasecreto estadounidense contra las instalaciones nucleares de Irán, llamado "Operación Martillo de Medianoche", lanzado durante la noche y denominado en código "Operación Martillo de Medianoche", fue el mayor ataque con bombarderos B2 de la historia y el vuelo más largo de la flota desde 2001, dijeron el domingo funcionarios del Pentágono.

La misión incluyó el primer uso de las bombas Massive Ordnance Penetrator, o MOP, que previamente sólo se habían utilizado con fines de prueba, según los funcionarios.

"Las ambiciones nucleares de Irán han sido destruidas", dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, durante una conferencia de prensa el domingo por la mañana en el Pentágono, después de los ataques.

Más de 125 aeronaves participaron en la misión, incluyendo siete bombarderos furtivos B-2 Spirit, que despegaron desde el territorio continental de Estados Unidos poco después de la medianoche, hora del este, y repostaron varias veces en el aire durante 18 horas de vuelo para alcanzar sus objetivos, según declaró el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, durante la rueda de prensa. Otras aeronaves que participaron en la misión incluyeron bombarderos B-2 utilizados como señuelos, así como aviones cisterna de reabastecimiento, cazas de escolta y drones que proporcionaron inteligencia, vigilancia y adquisición de objetivos, según funcionarios estadounidenses.

Caine afirmó que poco después de las 2:00 a. m., hora de Irán, los bombarderos B-2 comenzaron a lanzar 14 bombas MOP contra dos instalaciones nucleares iraníes: las de Natanz y Fordo. Cada bomba MOP mide unos 6 metros de largo, pesa 13.600 kilos y es capaz de penetrar 60 metros de profundidad en un objetivo antes de explotar.

Caine calificó la "Operación Martillo de Medianoche" como una "misión compleja y de alto riesgo".

Un total de 13 bombarderos B-2 despegaron aproximadamente a la misma hora el sábado por la mañana desde la Base Aérea Whiteman en Misuri, según Caine. Seis bombarderos B-2 fueron enviados a la isla de Guam, en el Pacífico, como señuelo, mientras que los siete bombarderos utilizados para atacar las instalaciones nucleares subterráneas de Irán se dirigieron discretamente al este para llevar a cabo la misión, con escasa comunicación para evitar ser detectados, añadió Caine.

Justo antes de lanzar sus cargas útiles sobre las instalaciones nucleares de Irán, Caine dijo que dos docenas de misiles de crucero Tomahawk fueron disparados contra el sitio nuclear de Isfahán en Irán desde un submarino estadounidense posicionado en la región.

Los Tomahawks se dispararon antes de que los bombarderos B-2 realizaran sus ataques aéreos, dijo Caine. Sin embargo, debido a sus tiempos de vuelo más lentos y a la distancia que debían recorrer, los misiles Tomahawk no alcanzaron sus objetivos en Isfahán hasta poco después de que los bombarderos B-2 lanzaran sus 14 bombas.

No quedó claro de inmediato si los bombarderos B-2 enviados a Guam aterrizaron allí. Se espera que los 13 bombarderos regresen a la Base Aérea Whiteman a primera hora de la tarde del domingo, según las autoridades.

Tras el ataque, el presidente Donald Trump se dirigió a la nación desde la Casa Blanca con el vicepresidente JD Vance, Hegseth y el secretario de Estado Marco Rubio detrás de él.

Hace poco, el ejército estadounidense llevó a cabo ataques masivos de precisión contra tres instalaciones nucleares clave del régimen iraní: Fordo, Natanz e Isfahán. Todos oyeron esos nombres durante años mientras construían esta empresa terriblemente destructiva. Nuestro objetivo era destruir la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y frenar la amenaza nuclear que representa el principal patrocinador del terrorismo del mundo, declaró Trump.

El presidente añadió: «Esta noche puedo informar al mundo que los ataques fueron un éxito militar espectacular. Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido destruidas total y completamente».

Durante la conferencia de prensa del domingo, Hegseth dijo: "Ningún otro país del planeta Tierra podría haber llevado a cabo la operación", haciéndose eco de una declaración que Trump había publicado en su plataforma Truth Social después del ataque.

"Este plan requirió meses y semanas de posicionamiento y preparación para estar listos cuando el presidente de Estados Unidos llamara", dijo Hegseth. "Requirió mucha precisión. Implicó distracción y la máxima seguridad operativa".

Caine afirmó que no se atacaron tropas iraníes ni estructuras civiles y que, durante toda la misión, "mantuvimos el factor sorpresa". Añadió que "muy pocas personas en Washington" conocían el momento y la naturaleza del plan, y que los líderes del Congreso no fueron informados hasta que la misión ya estaba en marcha.

Hegseth dijo que los bombarderos B-2, cada uno con una tripulación de dos personas, alcanzaron los objetivos de las instalaciones nucleares y los atacaron sin ser detectados por las fuerzas iraníes, y agregó que los aviones furtivos entraron, salieron y regresaron "sin que el mundo lo supiera en absoluto".

Irán no desplegó sus cazas ni misiles tierra-aire durante la misión, dijo Caine.

Antes de la misión, las fuerzas israelíes habían pasado alrededor de 10 días paralizando las capacidades de defensa aérea de Irán, destruyendo gran parte de sus aviones de combate y dejando los aeródromos militares del país gravemente dañados.

Aunque Hegseth y la Casa Blanca promocionaron la misión como un gran éxito, se está realizando una evaluación para determinar el alcance del daño a las instalaciones nucleares, dijo Caine durante la sesión informativa del domingo por la mañana.

"La evaluación de los daños en combate está en curso, pero nuestra evaluación inicial, como dijo el presidente, es que todas nuestras municiones de precisión impactaron donde queríamos y tuvieron el efecto deseado, lo que significa que, especialmente en el objetivo principal aquí, creemos que logramos la destrucción de capacidades allí", dijo Hegseth.

Hegseth enfatizó que el propósito de la misión era evitar que Irán desarrolle una bomba nuclear, un objetivo que, según la Casa Blanca, el país estaba a pocos días de lograr.

Hegseth también afirmó que la misión no tenía como objetivo un cambio de régimen en Irán. Aseguró que se están transmitiendo mensajes públicos y privados directamente a los iraníes a través de múltiples canales, brindándoles la oportunidad de sentarse a la mesa y negociar un acuerdo de paz.

"Entienden con precisión cuál es la postura estadounidense, qué medidas pueden tomar para lograr la paz, y esperamos que así sea", afirmó Hegseth.

Hegseth dijo que si bien "cualquier cosa puede pasar en un conflicto", la operación no es de duración indefinida: "Lo reconocemos, pero su alcance fue limitado intencionalmente", afirmó.

Según Caine, las tropas en la región no recibieron aviso previo de los ataques. Tras el ataque, el general Michael Erik Kurilla, comandante del Comando Central de EE. UU. (CENTCOM), encargado de supervisar las operaciones militares en Oriente Medio y Asia Central, intensificó las medidas de protección de las fuerzas en toda la región, especialmente en Irak, Siria y el Golfo, declaró Caine.

"Nuestras fuerzas permanecen en alerta máxima y están completamente preparadas para responder a cualquier represalia o ataque por delegación de Irán, lo cual sería una decisión pésima", declaró Caine. "Nos defenderemos. La seguridad de nuestros militares y civiles sigue siendo nuestra máxima prioridad".

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