Un gran descubrimiento en el vecino cercano

La idea de que el arte guía a la ciencia surge con frecuencia en obras de ciencia ficción. Aunque quizá aún no hayamos descubierto los coches voladores ni la teletransportación como en Los Supersónicos, muchas ideas que antes eran meramente imaginarias se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la ciencia no solo se ve impulsada por obras que desafían nuestra imaginación, sino también por la meticulosa investigación científica. La investigación realizada con expectativas convencionales a veces puede arrojar resultados que desafían nuestra mente. Por ejemplo, la pregunta de cómo podría existir vida en un planeta gigante gaseoso ubicado en la zona habitable.
Aunque aún no hay señales de Pandora, la luna de Polifemo, hogar de Avatar, artículos publicados a finales de julio parecen haber descubierto un gigante gaseoso en la zona habitable alrededor de nuestra estrella vecina, Alfa Centauri. Observaciones realizadas con el detector del Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del Telescopio Espacial James Webb (JWST) oscurecieron la luz estelar de Alfa Centauri A mediante un coronógrafo para estudiar las estructuras alrededor de la estrella. Aproximadamente 10.000 veces más débil que la propia estrella, el objeto, conocido como "S1", es una fuente puntual débil y se sugiere que podría ser un candidato a planeta gigante gaseoso.
Alfa Centauri, uno de los sistemas estelares más brillantes del hemisferio sur, es en realidad un sistema estelar triple. Alfa Centauri A y Alfa Centauri B son estrellas muy similares, con una temperatura y edad similares a las del Sol. Cada órbita de este par binario dura aproximadamente 80 años y está rodeada por una tercera estrella: Próxima Centauri, una enana roja conocida como Próxima Centauri, la estrella más cercana a la Tierra después del Sol. Alberga tres planetas, uno de los cuales se encuentra en la zona habitable, y se encuentra a aproximadamente 4,23 años luz de distancia, pero es tan tenue que no se puede ver a simple vista. Su masa y tamaño son significativamente menores que los del Sol.
El hecho de que S1 no sea un planeta rocoso como la Tierra, sino un planeta gaseoso como Saturno o Júpiter, plantea la pregunta de cómo pudo existir en él la vida tal como la conocemos. Si bien aún no existen teorías sólidas, si futuras observaciones confirman estos análisis, será la primera vez que se obtenga una imagen de un planeta gigante gaseoso alrededor de una estrella tan similar en temperatura y edad a la del Sol. Esto podría representar un avance emocionante para la comunidad científica y una nueva vía para la búsqueda de vida en el universo.
DE PANDORA A LA REALIDADGracias a las observaciones meticulosamente planificadas por el JWST, los cuidadosos análisis del equipo de investigación y el modelado informático exhaustivo, es posible decir que la fuente en la imagen obtenida del JWST no es un objeto de fondo como una galaxia, un asteroide que pasa entre nosotros y las estrellas, o un artefacto de ruido del detector, sino que es muy probable que sea un planeta.
El equipo, al no poder detectar este planeta en las observaciones obtenidas en agosto de 2024, en las observaciones posteriores de febrero y abril de 2025 continuó las observaciones en lugar de rendirse inmediatamente y realizó análisis de la posible órbita del planeta utilizando no solo los datos donde el planeta era visible sino también los datos donde no lo era.
Aunque el equipo de investigación detectó el planeta en datos obtenidos en agosto de 2024, no lo encontraron en las observaciones de febrero y abril de 2025. En lugar de darse por vencidos, analizaron tanto los datos donde el planeta era visible como los que no lo era, calculando su órbita probable. Además de los datos del JWST, también utilizaron datos obtenidos en 2019 por el Observatorio Europeo Austral (VLT [Very Large Telescope] de ESO), lo que planteó la posibilidad de un exoplaneta. En vista de todo esto, concluyeron que la invisibilidad del planeta en ciertos momentos no era sorprendente, sino un fenómeno previsible debido a su órbita.
Basándose en observaciones realizadas en la región del infrarrojo medio, se estima que este planeta gigante gaseoso tiene aproximadamente el tamaño de Saturno y está aproximadamente al doble de distancia de su estrella que la que hay entre la Tierra y el Sol.
Las observaciones de seguimiento con el Telescopio Espacial Nancy Grace, cuyo lanzamiento está previsto para mayo de 2027, podrían proporcionar los datos necesarios para confirmar esta predicción. De confirmarse las teorías, este planeta no solo sería pionero en el estudio de exoplanetas, sino que también sería el gigante gaseoso más cercano a su estrella. La presencia de este planeta gigante en un sistema binario estelar contribuirá a ampliar nuestra comprensión de cómo se forman, sobreviven y evolucionan los planetas en entornos caóticos.
Por un lado, aquellos que parecen haberse graduado de escuelas en las que nunca han estado, sumergiendo así siglos de legado. Por otro, científicos capaces de detectar la existencia de planetas invisibles incluso mientras orbitan sus estrellas... En una era donde la ciencia y la tecnología están desvelando los misterios más profundos del universo, el auge del engaño humano a proporciones tan increíbles presenta un panorama conmovedor. Vemos una vez más que las posibilidades que ofrece la tecnología pueden allanar el camino tanto para los mayores descubrimientos como para los mayores engaños. Desafortunadamente, no es la ciencia, sino la traición, disfrazada de mérito y moralidad, lo que nos hace dudar de nuestra propia cordura.
BirGün