¿Por qué los gatos y los perros se parecen?

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¿Por qué los gatos y los perros se parecen?

¿Por qué los gatos y los perros se parecen?

Publicado: 09.05.2025 - 19:50

A primera vista, los gatos persas y los pugs no parecen tener mucho en común. Uno es un gato, el otro es un perro. Están separados entre sí por 50 millones de años de evolución. Pero cuando la bióloga evolutiva Abby Grace Drake y sus colegas escanearon 1.810 cráneos de gatos, perros y sus parientes salvajes, encontraron algo extraño. A pesar de su historia lejana, muchas razas de perros y gatos muestran sorprendentes similitudes en las formas de sus cráneos.

Según Popular Science Turkish, la divergencia es un proceso común en la biología evolutiva. En pocas palabras, la divergencia es la diferenciación de dos organismos que comparten un ancestro común a lo largo del tiempo. La convergencia significa que se están volviendo más similares. A medida que las poblaciones animales se dividen y se adaptan a diferentes entornos, estas criaturas desarrollan gradualmente nuevos rasgos a través de un proceso conocido como evolución divergente.

Esta es una de las principales formas en que las nuevas especies adquieren rasgos diferentes, provocando que las poblaciones evolucionen siguiendo rutas separadas. Pero a veces la evolución puede ir en una dirección diferente. La convergencia ocurre cuando rasgos similares evolucionan independientemente en dos especies no relacionadas bajo presiones similares.

En el caso de los gatos domésticos, los perros y muchas otras especies domesticadas, la selección humana deliberada y no intencional parece haber impulsado accidentalmente a diferentes especies hacia rasgos similares, creando convergencia.

A pesar de una larga historia de separación evolutiva, las razas de cara plana como los persas y los persas comparten estructuras craneales similares.

Para investigar cómo la domesticación ha dado forma a la estructura del cráneo, Drake y sus colegas analizaron escaneos tridimensionales de cráneos de especímenes de museos, escuelas de veterinaria y archivos digitales. El conjunto de datos que utilizaron incluye gatos domésticos, como el siamés, el maine coon y el persa, así como más de 100 razas de perros, desde perros de nariz corta, como el pag, hasta perros de nariz larga, como el pastor escocés.

Los hallazgos de los científicos muestran que la evolución no sólo ha incrementado la diversidad de formas del cráneo más allá de la de los lobos y los gatos monteses, sino que también ha llevado a que algunas razas de gatos y perros se parezcan entre sí, con convergencia hacia caras largas o planas. Los cánidos salvajes (el grupo de animales que incluye perros, lobos, zorros y chacales) tienden a compartir un cráneo alargado de manera similar, mientras que los félidos salvajes (el grupo de animales que incluye gatos domésticos, leones, tigres y jaguares) exhiben una variación más natural.

Las razas domésticas de ambas especies ahora se extienden más allá de los extremos de esta escala. Esta tendencia se puede observar en el surgimiento de gatos criados para parecerse a perros matones de tamaño XL.

La domesticación ha demostrado desde hace tiempo que incluso especies distantemente relacionadas pueden acabar pareciéndose e incluso sufriendo enfermedades parecidas cuando intervienen los humanos.

La crianza selectiva ha exagerado algunos rasgos de las especies. Muchos otros cambios inducidos por el hombre pueden llevar a los animales más allá de lo que sus cuerpos pueden soportar naturalmente. Por ejemplo, algunos pollos criados para carne tienen hasta un 30 por ciento de su peso corporal en el músculo de la pechuga, lo que a menudo provoca problemas cardíacos y pulmonares.

CARACTERÍSTICAS QUE IMITAN LA APARIENCIA DE LOS BEBÉS

La preferencia humana por las mascotas de cara plana está vinculada a algunos de nuestros instintos más básicos. Los humanos estamos programados para responder a características de los bebés, como cabezas redondas, narices pequeñas y ojos grandes y bajos. Estas características, que parecen exageradas en muchas razas de perros y gatos de cara plana, imitan la apariencia de los bebés humanos.

De todas las especies, los humanos estamos entre los que más necesitamos asistencia materna; Es decir, nacemos indefensos y dependientes de quienes nos cuidan para nuestra supervivencia. También compartimos este rasgo con los cachorros y los gatitos. Por el contrario, los animales que maduran tempranamente pueden ver, oír, permanecer de pie y moverse durante cortos períodos de tiempo poco después del nacimiento. Debido a que los bebés humanos dependen tanto del cuidado de los adultos, la evolución nos ha moldeado para ser sensibles a las señales de vulnerabilidad y necesidad.

Estas señales, como las mejillas redondas y los ojos grandes de los bebés, se conocen como estímulos sociales. Estos desencadenan una variedad de conductas de cuidado en los adultos, desde hablar en voz más aguda hasta brindar cuidados.

Las gaviotas plateadas (un tipo de gaviota) son un ejemplo de esto en animales no humanos. Las crías de estas aves picotean instintivamente una mancha roja en el pico de sus padres, lo que impulsa al adulto a sacar comida. Esta zona roja actúa como estímulo social, garantizando que las necesidades de los cachorros se satisfagan en el momento adecuado. De manera similar, los animales domésticos utilizan eficazmente mecanismos de cuidado antiguos que evolucionaron para nuestro propio linaje.

Estos rasgos pueden dar a las mascotas una ventaja a la hora de exigir cuidados y atención de los humanos, pero tienen un precio.

El gobierno del Reino Unido ha designado al Comité de Bienestar Animal para que proporcione asesoramiento experto independiente sobre las preocupaciones emergentes en materia de bienestar animal. En su informe publicado en 2024, el comité expresó serias preocupaciones sobre los efectos de la cría selectiva tanto en gatos como en perros.

Los informes destacan que la crianza para obtener características físicas extremas, como caras planas y formas de cráneo exageradas, conduce a problemas de salud generalizados, incluidas dificultades respiratorias, afecciones neurológicas y complicaciones en el parto.

El comité dice que los animales con graves problemas de salud hereditarios ya no deberían utilizarse para la cría y pide una regulación más estricta de los criadores. Sin estas reformas, muchas razas populares seguirán padeciendo enfermedades prevenibles y que limitan la vida. La crianza selectiva ha demostrado con qué facilidad los seres humanos pueden adaptar la naturaleza a sus propias preferencias y con qué facilidad millones de años de separación evolutiva pueden ser anulados por décadas de selección artificial.

Al elegir mascotas que se parecen a las caras de nuestros propios bebés, a menudo elegimos, sin saberlo, rasgos que perjudican a esos animales. Comprender las fuerzas que impulsan la convergencia de las especies nos recuerda que desempeñamos un papel poderoso y a veces peligroso en su configuración.

Cumhuriyet

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