La inteligencia artificial puede predecir futuros riesgos para la salud

El modelo de inteligencia artificial denominado “Delphi-2M”, desarrollado por investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, el Centro Alemán de Investigación del Cáncer (DKFZ) y la Universidad de Copenhague, puede predecir enfermedades que las personas pueden desarrollar dentro de 10 años utilizando datos de sus historiales médicos.
El modelo utiliza una tecnología similar a ChatGPT, que está entrenado para comprender patrones del lenguaje y predecir el orden de las palabras en una oración.
Al estar entrenado para detectar patrones en registros médicos anónimos, Delphi-2M predice las enfermedades que las personas probablemente desarrollarán en los próximos 10 años.
El software, desarrollado a partir de registros médicos anónimos recopilados de más de 400.000 personas en el Reino Unido, fue probado posteriormente utilizando datos de otros participantes y de 1,9 millones de personas en Dinamarca.
Los investigadores señalaron que la inteligencia artificial proporciona una gran precisión para predecir enfermedades progresivas, especialmente la diabetes tipo 2, el ataque cardíaco y la sepsis.
El profesor Ewan Birney, uno de los científicos que llevó a cabo el estudio, dijo: "Así como podemos dar un 70 por ciento de probabilidad de lluvia en el pronóstico del tiempo, podemos hacer lo mismo en el ámbito de la atención médica".
Los investigadores señalaron que el modelo aún no está listo para su uso clínico, pero podría utilizarse para identificar pacientes de alto riesgo con diagnóstico temprano y tratamientos preventivos.
Por otra parte, se piensa que el modelo puede contribuir a la planificación de la densidad futura de pacientes por parte de las instituciones de salud.
Los investigadores señalaron que los datos utilizados en el estudio pertenecían principalmente al grupo de edad de 40 a 70 años y señalaron que el modelo necesitaba ser mejorado y probado antes de ser puesto en uso clínico.
El modelo se está actualizando para incluir más datos médicos, como imágenes, genética y análisis de sangre.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Nature. (AA) Este contenido fue publicado por Metin Yamaner .
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