El número de enfermeras aumenta, pero millones siguen sin acceso a la atención

El número de enfermeras en todo el mundo está creciendo: de 27,9 millones en 2018 a 29,8 millones en 2023. Pero este progreso es engañoso: la mayoría de los especialistas trabajan en países ricos y millones de personas en regiones pobres aún no reciben atención sanitaria básica. Esta es la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios en un nuevo informe para conmemorar el Día Internacional de la Enfermera.
Datos de 194 países muestran que, a pesar del crecimiento general del número de profesionales, el 78 por ciento de las enfermeras trabajan en países donde vive sólo el 49 por ciento de la población. Esto significa que casi la mitad del mundo comparte el 22 por ciento restante de la fuerza laboral.
El problema se agrava por el hecho de que la escasez de personal se siente principalmente en los países de ingresos bajos y medios, donde el desarrollo de la atención sanitaria básica es particularmente importante.
Agotamiento, desigualdad y deserciónUn tercio de las enfermeras tienen menos de 35 años. Sin embargo, casi el 20 por ciento de los especialistas se jubilarán en los próximos 10 años. En 20 países, en su mayoría desarrollados, habrá más jubilados que recién llegados, lo que amenaza con una escasez de experiencia y un deterioro de la calidad de la atención.
Además, el 85 por ciento de los representantes de la profesión son mujeres. Al mismo tiempo, la igualdad salarial y las perspectivas de carrera aún están lejos de ser ideales. Y el apoyo a la salud mental de los trabajadores de la salud sigue siendo un punto débil: menos de la mitad de los países ofrecen esos servicios, a pesar del impacto de la pandemia en la salud mental de los trabajadores de la salud.
Una de cada siete enfermeras trabaja fuera de su país de origen. En los países ricos, la proporción de especialistas “importados” alcanza el veintitrés por ciento. Esto genera una doble presión: en algunos países se pierde personal, mientras que en otros el sistema depende de extranjeros.
También hay buenas noticias. Cada vez más países están introduciendo funciones avanzadas para enfermeras y nombrando a altos funcionarios de enfermería en los gobiernos. Pero en los países de bajos ingresos, las oportunidades de liderazgo y crecimiento siguen siendo limitadas.
¿Qué propone la OMS?Para cambiar la situación, la OMS recomienda:
- crear más empleos y distribuirlos equitativamente;
- mejorar la educación y las condiciones de trabajo;
- mantener la salud mental;
- Desarrollar roles de liderazgo y especializaciones avanzadas;
- proteger a las enfermeras en conflictos y crisis;
- Implementar herramientas digitales y prepararse para los desafíos del cambio climático.
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