Una forma sencilla y natural de mejorar el sueño sin medicamentos revelada

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Una forma sencilla y natural de mejorar el sueño sin medicamentos revelada

Una forma sencilla y natural de mejorar el sueño sin medicamentos revelada

La calidad del sueño es un aspecto vital para la salud humana, ya que afecta la inmunidad, el estado de ánimo, la concentración y el bienestar general. En el mundo moderno, muchas personas tienen problemas para conciliar el sueño, se despiertan con frecuencia y sufren fatiga matutina. En busca de soluciones, a menudo recurren a pastillas para dormir costosas o métodos complejos, olvidando maneras sencillas y accesibles de mejorar su descanso nocturno. Las últimas investigaciones demuestran que una de estas maneras puede ser aumentar la cantidad de frutas y verduras en la dieta.

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Un grupo de científicos estadounidenses realizó un estudio a gran escala que vinculó el consumo de frutas y verduras con la calidad del sueño. Como parte del estudio, 34 jóvenes sanos registraron sus hábitos alimenticios durante una semana y usaron dispositivos portátiles para monitorizar sus características de sueño. Los resultados fueron bastante impresionantes: los participantes que consumieron más frutas y verduras tuvieron un sueño nocturno más reparador e ininterrumpido.

El enfoque se centró en los carbohidratos saludables y la fibra presentes en estos alimentos. Los investigadores sugieren que estos son los componentes que tienen el efecto más poderoso en la mejora de la calidad del sueño. En concreto, consumir cinco tazas de frutas y verduras al día (unas ocho fresas, una papa mediana o 22 uvas) puede mejorar la calidad del sueño en aproximadamente un 16 %. Esto significa que incluso pequeños cambios en la dieta pueden marcar una diferencia notable en menos de un día.

La explicación reside en la composición de estos productos. Las frutas y verduras son ricas en fibra, vitaminas, minerales y carbohidratos saludables, que ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y promueven la producción de serotonina, la hormona responsable del buen humor y la tranquilidad. Además, estos productos ayudan a regular la temperatura corporal y los niveles de energía, lo cual es importante para conciliar el sueño rápidamente y profundamente.

El estudio también confirma que aumentar el consumo de cereales integrales y otros carbohidratos saludables puede ayudar a mejorar el sueño. En general, una nutrición adecuada no solo es clave para una buena salud, sino también un factor importante que influye en la calidad del descanso.

A diferencia de los medicamentos, cambiar la dieta es seguro y asequible, no tiene efectos secundarios y no requiere receta médica. Además, comer más frutas y verduras tiene beneficios adicionales: un sistema inmunitario más fuerte, una mejor digestión y un menor riesgo de enfermedades crónicas.

Los expertos enfatizan que incluso pequeños cambios en el menú diario pueden tener un efecto significativo. Por ejemplo, añadir una porción de frutos rojos o una ensalada de verduras al desayuno o sustituir los dulces por fruta fresca... y, al poco tiempo, notará una mejora en su bienestar y en la calidad del sueño.

Curiosamente, también existe una relación inversa: la falta de sueño contribuye a aumentar los antojos de alimentos poco saludables, especialmente dulces y alimentos grasos.

Esto crea un círculo vicioso: las alteraciones del sueño empeoran la nutrición, y la mala alimentación, a su vez, interfiere con un descanso adecuado. Por lo tanto, es importante no solo mejorar la alimentación, sino también crear las condiciones para un sueño de calidad: seguir una rutina, evitar las pantallas antes de acostarse, controlar la temperatura y la iluminación del dormitorio, explican los expertos.

Los expertos dieron consejos prácticos para mejorar el sueño a través de la nutrición: “Para empezar, intenta añadir más frutas y verduras a tu dieta diaria, y también debes prestar atención a los cereales integrales y los carbohidratos saludables, porque ayudan a estabilizar los niveles de azúcar y promueven la producción de serotonina”.

Según los somnólogos, lo mejor es comer 2-3 horas antes de acostarse y evitar comer en exceso y con alimentos pesados ​​en ese momento.

“Mantén el equilibrio y la variedad incluyendo diferentes tipos de frutas y verduras para obtener una amplia gama de vitaminas y minerales”, concluyen los expertos. “Además de la comida, no olvides la importancia de crear un ambiente cómodo en el dormitorio: la oscuridad, el silencio y una temperatura moderada contribuyen a un sueño más profundo”.

mk.ru

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