Los trabajadores de Misericórdias se declaran en huelga el 8 de agosto y realizan protestas semanales

Los trabajadores de Misericórdias y de la União das Misericórdias harán huelga el próximo 8 de agosto, anunció hoy el Sindicato de Trabajadores de Comercio, Oficina y Servicios de Portugal, que se manifestará semanalmente en la puerta del Ministerio de Trabajo.
Un grupo de 16 trabajadores y delegados sindicales de las Misericórdias estuvieron hoy en la puerta del Ministerio de Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social (MTSSS), en Lisboa, en protesta porque el Sindicato de Misericórdias había cancelado la reunión de hoy miércoles y pospuesto hasta septiembre, en términos de conciliación, la negociación salarial.
En declaraciones a la agencia de noticias Lusa, Célia Lopes, líder sindical del Sindicato de Trabajadores de Comercio, Oficinas y Servicios de Portugal (CESP), informó que fueron recibidos por dos asesores de los secretarios de Estado de Trabajo y de Acción Social e Inclusión, a quienes les explicaron el problema con la União das Misericórdias (UMP).
"Este problema no se ha presentado en los demás IPSS, pero sí en Misericórdias porque hay antecedentes de intentos de despojar a los trabajadores de sus derechos y de no revisar periódicamente la negociación colectiva", señaló el sindicalista, según el cual la UMP aún no ha presentado una propuesta para actualizar la escala salarial para 2025, a pesar de que ya terminó julio y se realizó la revisión de los protocolos de cooperación, con efecto retroactivo a enero.
Célia Lopes se pregunta entonces por qué el Estado actualiza el monto que transfiere al sector social sin garantizar que las instituciones se comprometan a revisar los convenios colectivos.
Agregó que les informaron que “próximamente iniciarán los procesos de revisión para el 2026 y que los trabajadores de las entidades benéficas aún no han visto sus salarios actualizados en el 2025”.
El funcionario también dijo que la CESP aboga por la estandarización de las condiciones de trabajo de los trabajadores del sector social, ya que la financiación es la misma para la UMP, la Confederación de Instituciones Privadas de Solidaridad Social (CNIS) y la Unión de Mutuas Portuguesas.
"Si el financiamiento es igual, las condiciones laborales deben ser similares. No tiene sentido que los trabajadores del sector social, en igualdad de condiciones, dependiendo de la unidad en la que laboren, reciban un salario promedio 30% menor", criticó, citando como ejemplo los ajustes salariales que han recibido las Instituciones Privadas de Solidaridad Social (IPSS) desde 2017.
En ese sentido, explicó que una de las demandas del CESP es que siga vigente la ordenanza de prórroga de 2022 que implementó esa estandarización y que, según la sindicalista, la União das Misericórdias se niega a cumplir.
“De hecho, nos sorprendió en julio, el 11 de julio, la emisión de un aviso del Ministerio, que lo publicó en el Boletín de Trabajo y Empleo, que pretende revocar la ordenanza de 2022 que viene a normalizar las condiciones de trabajo desde arriba, con el mismo argumento de que pretenden normalizar en las organizaciones benéficas”, añadió.
Agregó que explicaron a los asesores de las dos Secretarías de Estado que si el Ministerio de Trabajo sigue adelante con esa decisión, "será responsable de que miles de trabajadores de Misericordia no reciban ningún aumento salarial en los próximos dos o tres años".
Para la CESP, esta es una decisión “totalmente inaceptable”, por lo que decidió manifestarse todas las semanas en la puerta del Ministerio de Trabajo “hasta que el Gobierno realmente resuelva el problema” y entregar un preaviso de huelga para el 8 de agosto a todos los trabajadores de Misericórdias y de la União das Misericórdias.
Célia Lopes dijo que los trabajadores quieren "respuestas concretas del ministro [de Trabajo]", ya que si el decreto del gobierno entra en vigor será "un retroceso muy significativo, un retroceso directo efectivo de los trabajadores".
jornaleconomico