París reabre partes del río Sena a la natación

Cientos de bañistas parisinos se dieron un chapuzón en el Sena el sábado por primera vez desde 1923, la culminación de una limpieza del icónico río de la capital francesa que comenzó con los Juegos Olímpicos de 2024.

Las aguas del Sena se abrieron al público en tres partes del recorrido, en Bras Marie, frente a la isla Saint-Louis, en Bercy, cerca de la Biblioteca Nacional, y en Grenelle, frente a la isla de los Cisnes, a dos pasos de la Torre Eiffel.

Aunque la natación es gratuita y abierta al público, según el Ayuntamiento de París, no será accesible sin condiciones, según la agencia española Europa Press.

Los nadadores deben tener al menos 14 años y 1,40 metros de altura.

El uso de boya de seguridad será obligatorio y habrá al menos tres socorristas presentes permanentemente en cada zona.

Además, no será posible recorrer a nado todo el ancho del río, que es muy susceptible a los efectos de la navegación y de los temporales en otros puntos de su recorrido.

Las autoridades han creado “espacios seguros” y han declarado el resto de las aguas agitadas, estando aún prohibido el baño.

“Pensé que haría un frío glacial, pero en realidad es muy agradable”, comentó entusiasmada Karine, una auxiliar sanitaria de 51 años que fue una de las primeras nadadoras en entrar al agua con un flotador amarillo.

La alcaldesa de la capital, la socialista Anne Hidalgo, estuvo en la reapertura, acompañada por la ministra de Deportes, Marie Barsacq.

Abrir el Sena a los bañistas “es también una manera de adaptar la ciudad a los cambios de temperatura”, explicó Hidalgo, citado por la agencia de noticias France-Presse (AFP).

Hidalgo dijo que su objetivo es abrir alrededor de 30 plazas para nadadores.

El alcalde firmó hace una semana un decreto que autoriza el acceso al agua en un “momento histórico”, tras un intervalo de más de 100 años.

Se han invertido más de 1.400 millones de euros para mejorar la calidad del agua aguas arriba del río, con obras para captar las aguas residuales y evitar que viertan al Sena.

La calidad sanitaria del agua es excepcional, aseguró el alcalde regional, Marc Guillaume.

“Hay dos bacterias que monitoreamos, E. coli y enterococos, algunas de las cuales están 10 veces por debajo de los umbrales y otras más de 25 veces por debajo de los umbrales”, dijo.

Dado que en París el agua de lluvia y las aguas residuales se mezclan en una única red, la única solución en caso de fuertes lluvias es verter el exceso en el Sena.

Las precipitaciones récord durante los Juegos Olímpicos de 2024 hicieron que el agua a menudo no fuera apta para el baño de los atletas.

Este verano, como en la playa, se utilizarán banderas (verde, amarilla, roja) para controlar el caudal del Sena y la calidad del agua, analizada mediante sondas instantáneas y muestras de cultivo.

Si las banderas están rojas, se cerrará el baño. Las zonas de baño del Sena permanecerán abiertas hasta el 31 de agosto.