Moody's y Scope evalúan la calificación de Portugal

Las evaluaciones de Moody's y Scope sobre la calificación de Portugal se anunciarán este viernes y los analistas entrevistados por Lusa admiten la posibilidad de una mejora, aunque mantenerla también está sobre la mesa.
En cuanto a Moody's, actualmente es la agencia de calificación más baja que asigna una calificación a Portugal, Baa2, con perspectiva positiva, según explicó a Lusa el director de Inversiones de Banco Carregosa, Filipe Silva.
El analista destaca que Portugal “ha conseguido mantener el crecimiento, sostenido por las exportaciones y el turismo, a pesar de la desaceleración mundial”, mientras que, al mismo tiempo, “la ratio de deuda sobre PIB ha caído, situándose por debajo del 100%, dando mayor confianza a los inversores, un factor que acaba reflejándose en el spread ” que actualmente tiene el país “frente a Alemania, de 50 puntos básicos”.
La expectativa es que Moody's eleve la calificación de Portugal y mantenga la perspectiva positiva.
Filipe García, economista de IMF – Financial Markets Information, también destaca que “Moody’s no ha cambiado su calificación y perspectiva desde noviembre de 2023, por lo que ha pasado mucho tiempo”.
Para el economista, “existen condiciones para que Moody’s suba la calificación , incluso si mantiene la perspectiva estable desde noviembre de 2023”, aunque también admite que la agencia podría optar simplemente por mejorar la perspectiva, “teniendo en cuenta que estamos ante un proceso electoral con un resultado incierto y tras la caída de un gobierno que duró solo un año, lo que contrasta con la estabilidad política previa”.
Así, Filipe Garcia considera que “Moody’s tiene todas las condiciones para elevar la calificación a A2, pero solo puede elevar la perspectiva si entiende que es más seguro esperar al resultado de las elecciones y a la evolución de la guerra arancelaria”.
Por otro lado, el analista de Xtb Vítor Madeira sostiene, en declaraciones a Lusa, que Moody's debería mantener la calificación , teniendo en cuenta que, a pesar de la reducción del ratio de deuda y de la capacidad de mantener las obligaciones crediticias con los acreedores, hay algunas señales de desaceleración económica y también “una importante inestabilidad política”.
Esta inestabilidad “puede desencadenar fallas en el cumplimiento presupuestario del Estado y crear mayores déficits presupuestarios” y también “posponer proyectos del PRR o incluso cancelarlos, lo que puede tener un impacto en la economía del país”.
En cuanto a Scope, los analistas apuntan a que la calificación “A” se mantendrá, pero Filipe Silva cree que puede tener una perspectiva positiva y Vítor Madeira admite que la perspectiva puede ser estable.
Este año, tanto DBRS como S&P mejoraron la calificación de la deuda soberana en sus revisiones, que tuvieron lugar incluso antes de la crisis política, mientras que Fitch mantuvo la calificación de Portugal en “A-”.
El rating es una evaluación otorgada por las agencias de calificación financiera, con gran impacto en la financiación de países y empresas, ya que evalúa el riesgo crediticio.
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