Montepio. En época de elecciones

La lista de Virgílio Lima competirá en la contienda por la Asamblea de Representantes en las próximas elecciones de la Asociación Mutualista Montepio Geral (AMMG), que se celebrarán en diciembre, según ha sabido Nascer do SOL. La fecha límite para presentar solicitudes es el 15 de septiembre, pero nuestro periódico tiene entendido que se está preparando una lista de oposición que incluirá a un gran número de miembros que no están de acuerdo con la estrategia del actual comité ejecutivo. Eugénio Rosa, quien ha sido uno de los rostros de la oposición y ha sido muy crítico con la gestión del actual gobierno, decidió no presentarse, pero "esta labor de oposición continuará a cargo de otros miembros", admiten fuentes cercanas al proceso.
Contactada por Nascer do SOL, la entidad dirigida por Virgílio Lima declinó hacer comentarios sobre el proceso electoral o quiénes podrían presentarse como candidatos.
Cabe recordar que la Asamblea de Representantes cuenta con 30 miembros elegidos de forma proporcional (método d’Hondt) y es allí donde se debaten y votan documentos fundamentales de la vida de la entidad, a saber, el presupuesto y las cuentas anuales, planes de actividades, modificaciones estatutarias, entre otros, funcionando como una especie de ‘asamblea’ de los socios, ya que es el órgano encargado de supervisar y legitimar las decisiones de la gestión.
En cuanto a la junta directiva y el consejo fiscal, como ya informó Nascer do SOL, habrá una lista única liderada por Virgílio Lima. El actual representante de la Associação Mutualista Montepio Geral fue reelegido en 2021, tras haber asumido la dirección del grupo en 2019 tras la salida de Tomás Correia.
Fuentes vinculadas al movimiento asociativo informaron a nuestro periódico que esta falta de interés en las elecciones de la junta directiva se debe a los cambios derivados de la implementación del código de la mutualidad, que abolió las asambleas generales. «Hasta ahora, se celebraban dos asambleas generales, es decir, dos reuniones al año: una en diciembre para definir el presupuesto y el plan de acción, y otra en marzo para aprobar las cuentas. Estas siempre eran oportunidades para que los socios expresaran sus opiniones sobre la asociación», enfatizan.
Por otra parte, el nuevo código mutualista, aprobado en 2018, exige que los candidatos estén sujetos a un registro previo ante la ASF (Autoridad de Supervisión de Seguros y Fondos de Pensiones).
Las ganancias han ido aumentando
Es cierto que la Asociación Mutualista ha ido mejorando sus resultados, una tendencia que se ha mantenido desde 2021. Los últimos estados financieros, correspondientes a 2024, indican unos beneficios de 210 millones de euros, un 87,5 % más que el año anterior. La Asociación Mutualista explica estas cifras por la "contribución favorable" de las empresas del grupo Montepio, que, "al presentar resultados positivos significativos por cuarto año consecutivo, volvieron a incrementar su valor de mercado y a distribuir dividendos, contribuyendo así al aumento de los resultados de MGAM".
El número de socios también aumentó ligeramente, cerrando con un total de 610.181, cifra que compara con los 604.799 de finales de 2023, traduciéndose en un incremento de 5.382 socios (0,9%), todavía lejos de los 632.931 que había en 2015, antes de la separación de las marcas (banco versus Mutualista).
De este total, más de 75.000 tienen más de 70 años, casi 10.000 tienen más de 85 años y más de 3.300 tienen más de 90 años. La gran mayoría se concentra en los grupos de edad de 41 a 65 años (283.436) y 26 a 40 años (107.587).
Sin embargo, uno de los problemas se centra en la composición del balance de la asociación, que cuenta con 943 millones de euros en activos fiscales impagados, una cifra que ha ido en aumento desde 2020, cuando ascendió a 867 millones de euros. Esta situación ha provocado advertencias por parte del propio auditor de la asociación, PwC, que advierte que el banco podría estar sobrevalorado y, por lo tanto, que la Asociación Mutualista podría no recuperar su inversión, ya que su recuperación debe evaluarse en función de la obtención de la base imponible, que debe proyectarse excluyendo los componentes imponibles derivados de las diferencias temporarias deducibles.
Las advertencias no terminan ahí. «Con base en las proyecciones presentadas por el consejo de administración y las condiciones establecidas en la norma antes mencionada, y considerando también que los dividendos y la reversión de futuros deterioros relacionados con las participaciones financieras mantenidas en filiales no contribuyen a la determinación de su beneficio fiscal, a pesar de la falta de un plazo para la recuperación de las pérdidas fiscales, la entidad no demuestra, en nuestra opinión, la capacidad de generar suficientes ingresos fiscales que permitan la recuperación de una parte sustancial de los activos por impuestos diferidos registrados», declara el auditor en su dictamen sobre las cuentas del ejercicio anterior.
Y añade: «Los activos por impuestos diferidos, el patrimonio neto y el resultado neto del ejercicio, tal y como figuran en el balance y la cuenta de resultados de la Entidad al 31 de diciembre de 2024 y al 31 de diciembre de 2023, están sobrevalorados en un importe insignificantemente relevante, cuya magnitud no estamos en condiciones de cuantificar, dada la incertidumbre inherente a las proyecciones de beneficios fiscales».
Banco Montepio, una de las principales empresas de Mutualista, reportó beneficios de 70,7 millones de euros en el primer semestre, un aumento del 2,8 % con respecto al mismo periodo del año anterior, estableciendo un nuevo máximo histórico para un semestre. En 2024, casi había duplicado sus beneficios, alcanzando los 110 millones de euros.
La remuneración bajo fuego
Estos resultados no convencen a Eugénio Rosa, considerando la remuneración que reciben los consejos de administración de ambas entidades. «En tan solo dos años, Banco Montepio pagó 8.443.771 millones de euros a sus consejeros, una cantidad enorme para el tamaño del banco, que es pequeño. CGD, cinco veces más grande, cuenta con solo ocho miembros ejecutivos, mientras que Banco Montepio tiene seis. Los miembros no ejecutivos ganan 49.000 euros al año, mientras que el presidente recibe 1.529.861 euros al año», revela.
Estos pagos también deben añadirse a las pensiones de jubilación, que se calculan con un porcentaje del 4% o 5% por cada año completo de mandato. Eugénio Rosa da ejemplos: «La administración de Pedro Leitão cumplió cinco años en 2024, por lo que cada uno de sus miembros tiene derecho a una pensión que oscila entre 7.342 € (presidente) y 2.768 € (consejero no ejecutivo), y por cada año adicional, se añade el 5% de la remuneración a la pensión», señalando que «el consejo de administración no deduce nada de esta pensión, y el banco la cubre íntegramente». Y no duda: «No se puede decir que Banco Montepio no pague generosamente a sus consejeros».
Estas cifras son injustificables dados los resultados, argumenta el economista, quien compara los beneficios con los de Crédito Agrícola, que tiene características y dimensiones más similares a las de Montepio que otros bancos comerciales. En cinco años —de 2020 a 2024—, según las cuentas de Eugénio Rosa, Banco Montepio registró beneficios de poco más de 100 millones de euros, mientras que los de Crédito Agrícola fueron de 1.125 millones de euros.
El economista también lamenta la cantidad de crédito otorgado por Montepio en comparación con la de Crédito Agrícola. «Si consideramos solo el periodo de la administración de Pedro Leitão, el crédito de Montepio aumentó tan solo un 3,4 % (+394 millones de euros), mientras que el otorgado por Crédito Agrícola, en el mismo periodo, aumentó un 13,1 % (+1.368 millones de euros), o cuatro veces más», señala.
El mismo escenario se repite en la Asociación Mutualista, con el economista llamando la atención sobre el hecho de que los administradores están recibiendo salarios mensuales de entre 26 y 30 mil euros, además del "privilegio de las pensiones de oro" en las mismas modalidades que practica la entidad financiera.
También sobre este asunto la Asociación Mutualista declinó hacer comentarios.
Jornal Sol