La neumonía causa 16 muertes diarias en Portugal.

El 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Neumonía, una enfermedad que continúa siendo la principal causa de mortalidad respiratoria en Portugal, con aproximadamente 16 muertes diarias.
“La neumonía representa un importante problema de salud pública, dada su asociación con largas estancias hospitalarias, altos costes sanitarios y una tasa de mortalidad particularmente alta, especialmente en ancianos y enfermos crónicos”, advierte Pilar Azevedo, de la Sociedad Portuguesa de Neumología.
La tasa de mortalidad por neumonía en Portugal es una de las más altas de Europa, con cifras que superan las 57 muertes por cada 100.000 habitantes, lo que representa aproximadamente el 4,2% de la mortalidad total en el país. En 2023 se registraron aproximadamente 5.042 muertes por neumonía, lo que supone un aumento con respecto al año anterior.
"Esta elevada tasa de mortalidad está relacionada con el envejecimiento de la población, el alto número de comorbilidades y factores de riesgo, como el tabaquismo y la inmunosupresión", explica el neumólogo.
La neumonía sigue siendo responsable de unas 80 hospitalizaciones diarias y, según Pilar Azevedo, aunque los datos muestran "un ligero descenso reciente en las tasas de hospitalización, la prevalencia sigue siendo alta debido al envejecimiento de la población y a la persistencia de factores de riesgo".
La edad promedio de los pacientes hospitalizados por neumonía es de 76,8 años, la mayoría presenta al menos una comorbilidad y el 8,9% tiene tres o más comorbilidades asociadas.
Las personas mayores de 65 años (debido al envejecimiento del sistema inmunitario y las comorbilidades frecuentemente asociadas), los niños (especialmente los menores de dos años), las personas con enfermedades crónicas (como insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes e insuficiencia renal), las personas inmunodeprimidas (incluidas las que viven con el VIH), las personas en tratamiento oncológico, los fumadores y los pacientes con antecedentes de alcoholismo son las poblaciones más susceptibles. Estos grupos «también tienen mayor probabilidad de desarrollar complicaciones graves, como insuficiencia respiratoria, sepsis y, en consecuencia, la muerte, si la neumonía no se trata a tiempo», advierte el neumólogo.
Respecto a los principales síntomas que la población debe conocer, ya que indican "la necesidad de una evaluación clínica para el diagnóstico y el tratamiento adecuado", Pilar Azevedo destaca: fiebre alta persistente y escalofríos, tos productiva (especialmente con esputo purulento, amarillento, verdoso o sanguinolento), dificultad para respirar con sensación de falta de aire, dolor en el pecho al respirar profundamente o al toser, fatiga extrema, sudoración intensa, pérdida del apetito, confusión mental (particularmente en los ancianos, que puede ser un signo temprano de gravedad), incapacidad para mantenerse activo o empeoramiento rápido de los síntomas.
En nombre de la SPP (Sociedad Portuguesa de Neumología), el coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas Respiratorias también recomienda algunas medidas preventivas que pueden adoptarse para minimizar el impacto epidemiológico de la neumonía en nuestro país:
- La vacunación antineumocócica, que tiene una alta cobertura nacional entre los niños, pero sigue siendo insuficiente entre los adultos para lograr una protección grupal ideal;
- Vacunación anual contra la gripe: reduce el riesgo de neumonía secundaria tras una infección viral;
- Promover la higiene respiratoria y de manos para reducir la transmisión;
- Combatir el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, fortalecer la inmunidad respiratoria;
- Educación pública sobre el reconocimiento de los síntomas de la neumonía y la necesidad de buscar atención médica.
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