¿Defensa o guerra?

Trump, quien recibió al afligido presidente surcoreano, cambiará el nombre del Pentágono: de Departamento de Defensa a su antiguo nombre, Departamento de Guerra. Esto no es una formalidad, sino un intento de demostrar fuerza en diversos rincones del mundo.
A Trump no le queda más que alimentar su voraz ego y promover cambios que pasarán a la historia. Para eso está trabajando. Ahora tiene las Coreas en sus manos y la aduladora petición de su homólogo surcoreano, quien le pide que hable con Kim Jong-un —o con su hermana, quien tiene tanto o más poder que él— para calmarlo.
Solo los países en guerra abierta suelen cambiar el nombre del ministerio responsable de este asunto, pero la conmoción que afectará a varias capitales y gobiernos es significativa: Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Siria y otros renegados. Esto no es simbólico; es la realidad de Trump.
Seamos sinceros, el nombre importa poco: Guerra, Paz, Defensa, o lo que sea. El Pentágono tiene un Secretario de Defensa inexperto que ya ha cometido varios errores, y esta inmadurez no transmite mucha tranquilidad, ni a nivel nacional ni global, especialmente con Trump en la Casa Blanca. Nunca volvió a mencionar Groenlandia, pero pronto volverá al tema, esta vez protegido por su Departamento de Guerra.
Los textos de esta sección reflejan las opiniones personales de los autores. No representan a VISÃO ni reflejan su postura editorial.

