Científicos han recreado en Pompeya un jardín de perfumistas de 2.000 años de antigüedad

El aroma de rosas, violetas, cerezas, rusco y vides resurge en el reconstruido Jardín de Hércules. Fue allí, en Pompeya, donde los arqueólogos recrearon una perfumería natural del siglo III a. C., descubriendo los mayores secretos olfativos de nuestros antepasados. Gracias a ello, podemos aprender cómo se elaboraban los perfumes antiguos y, literalmente, percibir el aroma de la antigua Roma.
El Jardín de Hércules se ubicaba en los terrenos de una casa residencial en Pompeya. Su ubicación y distribución por sí solas sugieren que no era un lugar común. Los investigadores sospechan que el jardín formaba parte de una pequeña perfumería que operaba en el siglo III a. C. Durante las excavaciones arqueológicas , también se descubrieron allí vasijas de arcilla y vidrio, probablemente utilizadas para almacenar ungüentos y esencias aromáticas. Su presencia, sumada a la gran cantidad de plantas aromáticas, indica que el propietario de la propiedad pudo haber sido un perfumista de la época, que gestionaba el negocio para uso personal (por ejemplo, para experimentación) o para la venta a pequeña escala.
Pompeya: Científicos reconstruyen el Jardín del PerfumistaLos arqueólogos abordaron la reconstrucción del jardín a gran escala. Además de revitalizar la vegetación antigua , también renovaron el sistema de riego, que utilizaba tanques de arcilla y una red de canales que traían el agua a través de agujeros en las paredes. Esta tecnología, bastante simple pero avanzada, ya entonces, garantizaba un suministro constante de agua a las plantas, manteniéndolas en perfecto estado, y también permitía controlar el riego.
En la zona del jardín (90 metros cuadrados), además de una frondosa vegetación, también se descubrieron los restos de un pequeño templo y un mirador, que probablemente pudo haber sido utilizado para pequeñas reuniones sociales o pequeñas fiestas, enfatizando así que no era solo una perfumería, sino también un lugar de recreación y relajación.
Vivir a crédito en la antigua PompeyaEl mirador está decorado con una elocuente inscripción : "Cras Credo", que significa "Mañana tendremos crédito", una clara referencia al estilo de vida de la época, lleno de comercio, préstamos y vivir por encima de las posibilidades.
Jardín: un símbolo de lujo en la antigua PompeyaLa reconstrucción del Jardín de Hércules forma parte de un proyecto más amplio destinado a restaurar el verdor de Pompeya. Como recuerda el director del parque arqueológico, Gabriel Zuchtriegel, los jardines eran parte integral de la estructura urbana. En su época dorada, la ciudad contaba con más de 400 jardines y huertos , desde sencillos huertos hasta los impresionantes patios de las villas aristocráticas.
Los rastros de raíces, semillas y acequias conservados en el suelo dan testimonio del vasto conocimiento de la jardinería de los habitantes de la época. Los jardines cumplían funciones no solo utilitarias, sino también sociales, estéticas y espirituales. Eran un lugar de descanso, reflexión, contacto con la naturaleza y, como muestra el Jardín de Hércules, también de experimentación con aromas y del arte de crear un lujo efímero.
Hoy, el jardín reconstruido vuelve a estar lleno de vida. Allí crecen rosas, violetas, cerezos, rusco y vides. Estas son las especies de plantas que se utilizaban para elaborar antiguos perfumes.
Como señala el historiador de jardines Maurizio Bartolini , la producción de perfumes en la antigua Roma requería grandes cantidades de flores. El aroma en sí, aunque lujoso, era efímero : duraba solo unos días, convirtiéndose en un accesorio efímero pero extremadamente valioso.
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