Se suponía que iba a ser campeón del mundo de Fórmula 1. Mató a su padre durante una discusión.

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González estaba destinado a ser un piloto del nivel de Fernando Alonso. Cuando se subió por primera vez a un kart a los ocho años, batió inmediatamente el récord de la pista. A los trece, se convirtió en el piloto más joven en conducir un Fórmula 3. Un instante cambió su vida por completo.

Antolín González Sr., de 56 años, aún estaba con vida cuando llegaron los servicios de emergencia. El español falleció a causa de una puñalada en el cuello. Antolín Junior lo había visitado momentos antes. Una conversación entre padre e hijo se convirtió en una discusión que, a su vez, derivó en una pelea a puñetazos con trágicas consecuencias.

Antolín González Jr. confesó el asesinato, pero afirmó que actuó en defensa propia después de que su padre lo atacara con un machete.

El conductor llevaba un año lidiando con el divorcio de sus padres. Tras otra discusión, decidió poner fin a la situación. Fue al trastero que regentaba su padre. Este le dijo que recogiera sus pertenencias y se marchara. A partir de ahí, la situación se descontroló rápidamente. Se desató una pelea a puñetazos y el padre sufrió una herida cortante en el cuello.

La ruptura de la relación de sus padres afectó la carrera de Antolin. Hizo todo lo posible por proteger a su madre. Temía que corriera peligro debido a las constantes amenazas de su padre. La madre del conductor, jugadora aficionada de balonmano, temía por su vida.

El abogado defensor de Antolín, José Luis Vegas, admitió que su padre fue el mayor apoyo del piloto durante toda su carrera. El divorcio de sus padres tuvo un impacto significativo en él. "Mi cliente no recuerda todo lo que sucedió en ese almacén. Sufrió un episodio psicótico al ver a su padre con un machete. Estuvo separado de su padre durante un año debido al divorcio de sus padres", admitió el abogado, según cita el Daily Mail.

Si llega a un acuerdo con la fiscalía, Antolín González podría enfrentarse a una pena de prisión de unos cinco años. De lo contrario, podría ser condenado a hasta 15 años. El jugador se encuentra actualmente en prisión preventiva en España. En el mejor de los casos, tendrá unos 30 años cuando salga en libertad. Su carrera prácticamente ha terminado.

González estaba destinado a seguir los pasos de Fernando Alonso. Provenía de una familia relativamente acomodada que se dedicaba al comercio mayorista de frutos secos. Durante una salida de compras navideñas, sus padres permitieron que el pequeño Antolín diera unas vueltas en el circuito de karts local. El resultado del niño de ocho años sorprendió al dueño del circuito.

Antolin estableció un récord de vuelta. Compitió con éxito en karting durante dos años. También participó en pruebas en Gran Bretaña, pero un cambio en la normativa impidió que un piloto tan joven se trasladara al Reino Unido. A pesar de ello, su carrera continuó según lo previsto, y los medios locales anunciaron que «había nacido una estrella».

A los 13 años, Antolín pilotaba un coche de F3 y, dos años después, competía para el equipo Drivex. Todos le auguraban una gran carrera en la Fórmula 1. En 2018, el español quedó segundo en la Fórmula Renault Asiática. Sin embargo, los costes de las carreras suponían una carga financiera cada vez mayor para la familia. El joven piloto fue testigo directo del derrumbe del matrimonio de sus padres.

Antolín González nunca estuvo destinado a llegar a la Fórmula 1. Su vida familiar se desmoronó de la peor manera posible, y reflexiona sobre los últimos años de su vida desde una celda en una prisión española. Si recibe la pena máxima prevista en estos casos, estará en libertad durante 40 años. Demasiado tarde para volver al automovilismo y demasiado tarde para reconstruir su vida.