Jerzy Surdykowski: la amarga victoria de Karol Nawrocki

Esto recuerda a cuando el presidente del PiS insultó a sus oponentes calificándolos de «la peor clase». Esto augura un mal futuro próximo, ya que el presidente electo asumirá el poder en una Polonia dividida más profunda y dolorosamente que nunca , y probablemente sea la persona menos cualificada para superar la división y aliviar el sufrimiento.

El bloque ganador: PiS, la Confederación y la Corona de Grzegorz Braun

Existe cierta esperanza en el cuestionamiento del llamado duopolio PO-PiS con estas elecciones, al igual que las elecciones dobles de 2005 cuestionaron la fuerte división entre "comunistas" y "Solidaridad" en aquellos años. El partido de Jarosław Kaczyński es, sin duda, la principal fuerza del bando que apoya a los electos, pero no es la juventud la que lo respalda ni la que puede mirar al futuro con esperanza. Esta agrupación es la Confederación, con un fuerte apoyo juvenil.

Si la división actual puede describirse, a grandes rasgos, como una ruptura entre una Polonia liberal que lucha por la modernidad y que acaba de perderla, y una Polonia de derechas y conservadora, hostil al "mundo corrupto", entonces los jóvenes, incluso aquellos más fascinados por la derecha, no tienen nada que buscar allí.

El bloque ganador —PiS, Confederación y el partido Corona de Grzegorz Braun— se enfrentará a divisiones y fricciones de las que surgirá la futura configuración de la política polaca. Cabe añadir una nota especialmente amarga: si el bloque ganador se presenta a las elecciones de 2027 de forma más o menos similar, por primera vez en el Sejm polaco habrá una fuerza política independiente abiertamente oscurantista, antisemita y opuesta a la democracia. Y si la nación siempre tiene la razón en las urnas, entonces nosotros mismos lo deseamos.

Elecciones presidenciales: Los jóvenes siguieron a Sławomir Mentzen y Adrian Zandberg, y en segunda ronda detrás de Karol Nawrocki

Pero las lecciones más amargas deben ser aprendidas por el bloque perdedor, aunque aún esté en el poder. No solo porque se trata de un voto contra el gobierno de Tusk y, personalmente, contra el único político de talla europea que hemos tenido hasta ahora. El resultado electoral demuestra que la mitad del electorado ignora los hechos y las opiniones de los expertos, basa su actitud ante la realidad (y, por lo tanto, sus decisiones electorales) en rumores, oídos desde el púlpito o de algún vecino, publicaciones de Facebook (si es que usan una) o cualquier cosa que les llegue del parloteo de políticos considerados creíbles. Y si los jóvenes apoyaron a Trzaskowski en 2020, hoy apoyaron a Mentzen y Zandberg, y en la segunda vuelta a Nawrocki.