Hansi Flick y su lado más visceral tras sus peinetas ante el Girona

Desde sus primeras intervenciones ante los medios como nuevo entrenador del Barça, Hansi Flick ha procurado transmitir calma y comedimiento. Casi nunca ha querido decir una palabra más altisonante que otra. Su discurso ante las decisiones arbitrales, en la sala de prensa, siempre ha sido el mismo: máximo respeto.
Fuera de ella, con todo, ha acabado perdiendo los papeles en alguna que otra ocasión. La última, este pasado sábado, frente al Girona, en Montjuïc. Gil Manzano le expulsó con doble amarilla por, según expuso el colegiado, protestar sus decisiones. Algo que el técnico alemán trató de desmentir acabado el duelo, señalando además que sus cortes de mangas, una vez Araújo anotó el 2-1, no iban dirigidos a nadie en concreto.
"Sobre la primera, Frenkie estaba por ahí delante y le dije 'venga, vamos', quizás a él le enseñaron amarilla y, sinceramente, no era para el árbitro. La segunda, no lo sé. Y en cuanto a la celebración, lo acabo de ver, no iba dirigido a nadie, era por cómo estábamos jugando, por el rendimiento. Nunca hago nada en contra de nadie. Todo esto es fútbol, emoción, nunca hablo contra el árbitro. Lo de aplaudir y demás era una forma de hacer reaccionar al equipo y quizás las tarjetas les hayan ayudado también", aseguró el alemán en la sala de prensa.
"Era para Frenkie"El aparente bajón de rendimiento que llevan mostrando los suyos es lo que le ha hecho sacar de nuevo su lado más visceral. Un lado que, el año pasado, provocó que fuera expulsado con roja directa tras protestar un penalti a favor del Betis en su visita al Benito Villamarín.
Entonces, al técnico le cayeron dos partidos de sanción. En esta ocasión, todo podría quedarse en uno, al deberse su expulsión a una doble amonestación y al hecho de que Gil Manzano no recogió en el acta sus airadas reacciones tras el tanto del triunfo. La entidad barcelonista, además, tendría previsto presentar alegaciones, por mucho que Flick entienda que nada evitará su ausencia en el banquillo en el clásico del domingo que viene.
"No creo que eso se produzca, la verdad. El árbitro lo ha decidido así, pero no me dirigía al colegiado, era para Frenkie [De Jong], lo puedo decir abiertamente. Es su decisión y tengo que aceptarla", aseguró el alemán, quien desveló además que el trencilla no quiso hablar con él tras el partido. "Lo que yo he hecho no tenia que ver con él, sino con mi equipo. Si no quiere hablar conmigo, es su decisión y tengo que aceptarla, no pasa nada. No es algo que me entristezca, simplemente tengo que aceptarlo", recalcó.
Otros precedentesPor mucho que traté de mostrar templanza, lo cierto es que Flick no es de los que se callan si ve algo que no acaba de gustarle. De hecho, sus protestas y las de su ayudante, Marcus Sorg, tras consumarse la eliminación de su equipo frente al Inter en las semifinales de la Champions provocaron que la UEFA, inicialmente, les castigara a ambos con una sanción de un partido que, al final, no tuvieron que cumplir, si bien su comportamiento estará bajo vigilancia.
En la previa del duelo frente al Girona, por ejemplo, también fue inusualmente vehemente a la hora de desmentir que el club hubiera impuesto la titularidad de Lamine Yamal frente al PSG tras, presuntamente, haber llegado tarde a una reunión convocada por el técnico. Los precedentes invitan a pensar que, en el último partido de Liga, viendo cómo iban las cosas tras el sonado tropiezo en el Sánchez-Pizjuán, sencillamente, estalló. El precio: seguir el próximo clásico, si nada lo impide, desde la grada.
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