Hansi Flick, el alquimista del barcelonismo

En una terraza del Turó Park barcelonés y junto a su familia, Hansi Flick celebró comiéndose unos huevos fritos que el Barcelona estaba a punto de levantar la 28.ª Liga de su historia, tras vencer al Real Madrid en el cuarto clásico de la temporada. También festeja que ahora tiene más argumentos para renovar hasta 2027 un contrato que actualmente lo vincula al club hasta junio de 2026. Año a año. Ya lo ha contado él. Su filosofía de vida lo impulsa a vivir el presente más inmediato. A sus 60 años, sabe mejor que nadie que el mundo del fútbol es volátil, ambicioso y poco dado a vivir de los recuerdos. Aunque dentro del club –especialmente el presidente Joan Laporta– difícilmente olvidarán esta temporada.
“Desde Guardiola no veíamos a alguien tan potente en todos los sentidos”, reconocen altos cargos del club cuando se les pregunta por el entrenador. Las primeras referencias llegaron de Ralf Rangnick, actual seleccionador austríaco, a quien Laporta invitó a comer tras leer una entrevista que le hicieron cuando estaba en el Manchester United. En ella, el austríaco hablaba maravillas de Johan Cruyff y del impacto que dejó en el mundo del fútbol.
“Desde Guardiola no veíamos a alguien tan potente en todos los sentidos”, reconocen altos cargos del clubRangnick es, además, una figura destacada en el fútbol alemán, conocido por su enfoque táctico innovador y su papel en la transformación de clubs en la Bundesliga, como el Hoffenheim –al que llevó desde la tercera división hasta la máxima categoría en solo dos temporadas– o el RB Leipzig, donde ejerció como entrenador y director deportivo, desempeñando un rol crucial en su clasificación para la Champions.
Ralf Rangnick, actual seleccionador austríaco, le dio a Laporta las primeras referencias del alemánCon Laporta hablaron de varios técnicos de la escuela alemana, y Rangnick le aconsejó que, entre Klopp, Nagelsmann y Tuchel, Flick era el perfil más completo. Porque, a la metodología alemana –que domina como el resto–, Flick añade una sensibilidad que podía marcar la diferencia. El término que Rangnick usó para definirlo fue inteligencia emocional.
Lee tambiénEl resto ya es conocido. Mientras se alejaba de Xavi Hernández, Laporta pidió a Deco y a Bojan que viajaran a Londres para reunirse con Flick y valoraran su perfil. En esa reunión, ambos emisarios se encontraron con un técnico que venía con los deberes hechos: una carpeta con todos los futbolistas analizados, sus características desglosadas, y un interés genuino por trabajar con canteranos y conocer La Masia. Y lo más importante: Flick creía firmemente que la base del proyecto era muy buena. La contratación fue sencilla, aprovechando que su agente es Pini Zahavi, íntimo del presidente. Flick ha caído de pie en un vestuario que cree mucho en él. Con el equilibrio que le aporta su “mano izquierda” alemana y una sensibilidad más bien mediterránea, el técnico ha tejido con sus jugadores una relación basada en la confianza y el trabajo.
Lee tambiénHa sabido castigar a los que llegaron tarde, como Koundé; ha hecho madurar a Lamine Yamal; ha recuperado a Lewandowski y a Raphinha, quienes han vivido una eclosión impensable hace un año; ha hecho brillar a Pedri y ha encontrado la tecla con De Jong, una estrella que había perdido el norte.También ha trabajado con suplentes como Ferran Torres, Eric Garcia, Fermín o Gavi para que se sientan parte del grupo. No le ha temblado el pulso para activar una defensa adelantada y el fuera de juego con Cubarsí, Iñigo Martínez o Balde, con quienes se ha reunido varias veces para practicar lo que buscaba.

Hansi Flick
Joan Monfort / Ap-LaPresseY tampoco temió cambiar de portero, como ocurrió a media temporada con el sorpasso entre Iñaki Peña y Szczesny. Pero lo que más valoran en el club es que haya dado oportunidades a Bernal, Casadó, Fort o Gerard Martín. Si se trabaja bien, las puertas del primer equipo están abiertas. También ha sabido calmar a Dani Olmo o a Pau Víctor cuando sufrían por sus inscripciones y ejercer de psicólogo cuando el equipo cayó en la Champions.
Lee tambiénTodo lo trabaja con un cuerpo técnico que lo acompaña y lo refuerza, porque Flick no se cansa de repetir que el suyo es un trabajo de equipo, alejado de la actividad de los directivos, quienes ya no frecuentan la ciudad deportiva. Con su talante tranquilo, Flick protege las interioridades de su vestuario y tiene claro qué quiere explicar y qué códigos deben quedarse dentro. Está aprendiendo castellano para comunicarse mejor con la plantilla, aunque algunas voces del club le aconsejan no hablarlo en público, para evitar confrontaciones innecesarias.
La metodología y la inteligencia emocional de Flick han conectado con el club, los jugadores y la aficiónFuera del club, Flick ha conversado con Xavi Hernández, a quien agradeció su trabajo con los canteranos. Y disfruta de Barcelona y de su gastronomía junto a su esposa, Silke, con quien lleva 38 años casado. También goza de sus hijas y nietos cuando lo visitan. Con todo, un barcelonismo que se ha reenganchado al equipo lo felicita mientras lo ve pasear o comer huevos en el Turó Park.
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