Echo Show 8 (2025): Amazon pule su pantalla inteligente más vendida, a la espera del gran salto de Alexa

La inteligencia artificial ha irrumpido ya en casi todos los rincones de tu vida. Es posible que, incluso, tengas cierta hartura de escuchar hablar de la IA, especialmente porque parece que ahora todo está hecho por esta tecnología o la lleva incorporada de alguna manera.

Nuestros hogares tampoco están exentos de esta no tan nueva ola tecnológica. En ese panorama de casas con electrodomésticos y dispositivos superlistos que nos permiten una experiencia hiperconectada, hay un actor que siempre ha estado ahí, pero que ahora tiene más razones que nunca para reclamar nuestra atención.

Amazon y su asistente Alexa llevan en España desde 2018. Según los últimos datos que ofreció la compañía de Seattle, las personas usuarias de este servicio en nuestro país interactúan de media con ella alrededor de 7.000 millones de veces al año. Es uno de los fabricantes que mayores penetración tiene en el ecosistema smart home de los hogares españoles. Y ahora con su nueva generación de productos prometen revolucionar más nuestras casas de la mano de Alexa+.

A la espera de que la ‘Alexa superlista’ llegue a España, de momento podemos testear el hardware que Amazon ha preparado para ella. Tras varias semanas usando el Echo Show 8 de nueva generación, la sensación es clara: Amazon no ha reinventado la fórmula, pero sí ha sabido mejorarla donde más se notaba. Este modelo refina el diseño, gana fluidez y se siente más sólido y más ‘producto’ que nunca.

El resultado es un dispositivo que convence desde el primer contacto y que apunta claramente al futuro de Alexa, aunque en España todavía tengamos que esperar para ver todo su potencial desplegado al completo.

Llevo un tiempo probando el nuevo Echo Show 8 y creo que Amazon ha vuelto a acertar con el diseño. Me pasa con esta nueva generación de Echo en general: me gustan los acabados, los materiales y la sensación de producto bien hecho que transmiten nada más sacarlos de la caja.

La parte del altavoz, con esa malla con efecto 3D, me encanta. Es suave al tacto, agradable a la vista y da una sensación bastante más premium de lo que solemos asociar a este tipo de dispositivos. Puede parecer que va a coger mucho polvo, pero en la práctica se limpia muy fácil y no resulta especialmente sucia. Eso sí, si lo vas a poner en la cocina, mi recomendación es clara: mejor lejos de la zona donde se cocina. La grasa acaba llegando a todo y este tipo de material lo acusa más.

El marco y el frontal de la pantalla también están muy bien rematados. Todo se ve sólido y bien ensamblado. Además, existe una base opcional (se vende aparte) que permite inclinar la pantalla hacia delante o hacia atrás. No es imprescindible, pero cuando la pones el dispositivo gana presencia, queda un poco más elevado y da todavía más sensación de producto ‘bueno’.

La gran pega para mí es que ya no hay pestaña física para bloquear la cámara. Es el detalle que menos me gusta de este Echo Show 8 y, probablemente, su mayor punto negativo a nivel de diseño y privacidad.

Por lo demás, los controles son los de siempre. Tenemos el botón para mutear los micrófonos y los botones físicos de volumen. Todo está donde esperas que esté y funciona como debe, sin complicaciones.

La pantalla HD de 8,7 pulgadas ofrece una experiencia nítida y fluida: todo se ve con claridad, desde recetas hasta videollamadas o miniaturas de controles domóticos. La respuesta táctil es rápida y sin lags, una notable mejora respecto a generaciones anteriores y algo que, como comentaré más adelante, también se nota gracias al procesador mejorado.

En situaciones de luz intensa o contraluces, la visibilidad sigue siendo buena, aunque (como ocurre en todos los dispositivos con paneles brillantes) la claridad se reduce un poco si hay mucha luz directa. Eso sí: la experiencia general de uso es satisfactoria para un dispositivo de este tamaño. Amazon lleva tiempo haciendo bien las pantallas de Alexa y aquí vuelve a cumplir.

No es una tablet ni pretende serlo, pero para el uso que propone, la pantalla está a la altura.

Si hay un apartado donde he notado una mejora clara respecto a modelos anteriores es en el rendimiento. Este Echo Show 8 incorpora un procesador más potente (AZ3) y se nota.

Moverte por los menús es rápido, transiciones de pantalla fluidas, respuesta táctil inmediata... en general desaparecen esos pequeños tirones que tenían algunos Echo antiguos. Aquí todo responde de forma mucho más inmediata y eso, en el uso diario, se agradece muchísimo.

Es decir: en comparación con modelos anteriores, donde era habitual sentir pequeños micro-lags al pasar de una pantalla a otra, esta generación se siente más ágil y estable.

El sonido del Echo Show 8 (2025) no pretende competir con un altavoz dedicado ni con un Echo Studio, y tampoco lo necesita. Pero sí es verdad que Amazon ha mejorado este apartado y se nota en el uso diario.

El dispositivo cuenta con dos altavoces integrados y un radiador pasivo, lo que se traduce en un sonido más lleno y con mejores graves que en generaciones anteriores. No es un audio plano ni metálico, algo que sí pasaba en los primeros Echo con pantalla.

Para escuchar música, pódcast o la radio mientras estás en casa, cumple perfectamente. El volumen es suficiente para llenar una cocina o un salón no muy grande sin problemas y la voz se escucha clara incluso cuando subes bastante el nivel. Los graves no son espectaculares, pero están ahí y aportan cuerpo, que es justo lo que se le pide a un dispositivo de este tipo.

Donde mejor funciona es en un uso cotidiano: música de fondo, listas de reproducción mientras cocinas, videollamadas o respuestas de Alexa. En videollamadas, además, el audio es limpio y no distorsiona, algo importante cuando el Echo Show 8 se usa como punto de comunicación.

Eso sí, hay que tener claro lo que es y lo que no es. No está pensado para audiófilos ni para sustituir un buen altavoz Bluetooth o un sistema de sonido, pero para el tipo de producto que es, el resultado es más que correcto y claramente mejor que en modelos antiguos.

En resumen: suena bien, se oye fuerte y no molesta, lo que buscas en una pantalla inteligente.

La cámara de 13 megapíxeles con auto-encuadre es otro punto fuerte: las videollamadas, incluso con poca luz, tienen una nitidez claramente superior a lo esperado en una pantalla inteligente. Y más una de este tamaño.

Sin embargo, como decía antes, la falta de una pestaña física para bloquear la cámara es la crítica más evidente desde el punto de vista de privacidad. Aunque Amazon permite desactivarla desde la aplicación, mucha gente —y yo también— preferimos un interruptor físico que garantice de forma instantánea que la cámara está desconectada. Eso hace que, para algunos usuarios, la seguridad ‘percebida’ pueda ser menor, aunque el bloqueo desde software también funcione correctamente.

Este dispositivo destaca especialmente por su hub de hogar inteligente integrado, compatible con los estándares Zigbee, Matter y Thread, lo que lo convierte en un verdadero centro de control para dispositivos smart home. En mi experiencia, esto se traduce en:

Todo ello con una integración más estable y rápida que en generaciones previas.

Otro punto muy a favor es la configuración, sobre todo si ya tienes otros dispositivos de Amazon. Basta con escanear un código QR, copiar la configuración de otro Echo y en minutos lo tienes funcionando. Incluso empezando desde cero, el proceso es sencillo y muy guiado desde la app.

La experiencia con Alexa tal como está hoy en España sigue siendo útil y práctica para tareas clásicas: listas de la compra, control de domótica, música, preguntas básicas… pero que sigue siendo bastante limitada en cuanto a lenguaje natural. Hay que darle comandos bastante concretos.

La parte interesante es que este dispositivo está preparado para Alexa+, la nueva versión que Amazon presentó y que yo pude ver en directo en Nueva York. Cuando llegue a España, el salto debería ser importante. De momento no está disponible, aunque al menos ya ha salido de Estados Unidos, pero este Echo Show 8 está listo para aprovecharla cuando llegue.

El Amazon Echo Show 8 (2025) es una pantalla inteligente madura: no solo por lo que ya hace bien, sino por lo que promete traer con Alexa+ y su potente hardware preparado para la IA. Es un dispositivo útil para el hogar conectado, con una experiencia sólida.

No es un producto económico y conviene decirlo claro. Su precio oficial es de 199,99 euros, una cifra que lo sitúa por encima de lo que muchos usuarios esperan pagar por una pantalla inteligente. Actualmente está rebajado a 179 euros en la página de venta oficial.

Tras varias semanas de uso, la sensación no es la de estar ante un dispositivo caro, sino ante un producto bien construido, sólido y coherente con lo que ofrece hoy y, sobre todo, con lo que promete ofrecer mañana. En el presente, cumple con nota como centro de control del hogar conectado, pantalla para consultas rápidas, música, videollamadas y apoyo visual a Alexa, con un diseño cuidado y un rendimiento que está a la altura.

Pero su verdadero valor está en que es un dispositivo preparado para la llegada de Alexa+, que debería marcar un antes y un después en la experiencia de uso cuando esté disponible en España. En ese contexto, su precio resulta mucho más fáciles de justificar.

Si ya estás dentro del ecosistema Amazon, es una evolución lógica y muy recomendable. Y si no lo estás, es una de las opciones más completas y equilibradas para entrar en él. No es barato, pero tampoco es caro para todo lo que ofrece y para todo lo que está llamado a ofrecer cuando Alexa+ llegue por fin a nuestro país. Sea como sea, este dispositivo merece sin duda tu atención.