Lémures, baobabs y tortugas entre Madagascar y el archipiélago de las islas Mitsio
El Océano Índico frente al Canal de Mozambique atrae irresistiblemente, con la belleza adamantina de sus aguas, a los asombrosos habitantes animales y vegetales que viven en sus islas. El archipiélago Mitsio es especialmente apreciado por las tortugas para anidar. Quienes deseen despertar y remar dentro de esos collares de perlas que son sus playas y bahías, nadar de noche entre los peces iridiscentes en virtud del brillo del pigmento de su piel y compartir la emoción de la pesca con la población local, en este puñado de islas podrán realizar un sueño.
Un pescador en Nosy Be
En Nosy Be, el espectáculo involuntario que ofrecen las tradicionales piraguas, las laka, que surcan las olas para transportar los productos necesarios para satisfacer las necesidades cotidianas, es siempre emocionante. De un solo tronco de árbol se obtienen artesanías de madera, fruto del hábil trabajo de los calafates, que por la mañana salpican el mar por miles. Cuando los pescadores regresan a la orilla, las piraguas son ocupadas por viajeros locales, especialmente comerciantes que se dirigen al mercado de Hell Ville: es un lugar muy colorido y pintoresco. Las pirámides de frutas exóticas que se pueden observar y luego degustar siempre causan una gran impresión, al igual que la variedad de especias dispuestas en platos grandes y coloridos. Es imposible resistirse a las tentaciones de la comida callejera picante y llena de salsas, como tampoco lo es jugar al futbolín o charlar con los vendedores de vestidos coloridos, las lambas drapeadas que reproducen diseños geométricos o figuras de la naturaleza. Mientras tanto, los niños se divierten en las atracciones con una arquitectura extraña y algo destartalada, mientras que los adolescentes tonifican sus músculos en los gimnasios al aire libre utilizando pesas y aparatos muy antiguos. Luego se puede llegar a la cima de la isla, el bosque primario llamado Reserva Natural Especial de Lokobe, donde los curadores, un poco como brujos locales, suben todos los días a recoger plantas medicinales: la ruta se desarrolla en varios circuitos a través de los cuales los excursionistas se encontrarán con lémures, pájaros y especies de plantas raras.
Ankara aparece en el horizonte
El árbol símbolo de Madagascar es el baobab, que puede alcanzar formas y tamaños realmente sorprendentes, formando con sus ramas redondeadas auténticas catedrales de hojas destinadas a ser guaridas de pájaros multicolores y sobre todo de lémures, ávidos de los frutos de este árbol totémico. La Avenida de los Baobabs, que se encuentra durante el viaje entre Morondava y Belo Tsiribihina, es sin duda el icono botánico nacional de todo Madagascar, pero siempre está abarrotada de coches y autobuses turísticos. Por ello es recomendable acercarse a estas criaturas de la naturaleza navegando hasta el islote de Nosy Ankarea donde se encuentran bosques endémicos ubicados justo en el corazón de este trozo de tierra virgen donde se desembarca pisando un tramo de conchas. Casi deshabitado, Nosy Ankarea te transporta a una atmósfera salvaje y primordial en la que las acrobacias de estos primates, los lémures, hacen pensar en auténticos acróbatas, payasos de la naturaleza. Mientras las mariposas aterrizan involuntariamente e imperceptiblemente en tus manos y brazos.
En Nosy Komba te dan la bienvenida unas tortugas que también parecen sorprendidas por el desembarco de los humanos en lo que constituye un Edén naturalista esculpido por el volcán y el viento hasta el punto de darle prácticamente la forma de un caparazón. Con algo más de seis kilómetros de largo y cinco kilómetros de ancho, se caracteriza sobre todo por sus tubos de basalto en forma de órgano y sus rocas de granito. En lengua malgache, su nombre significa isla de rocas. En los pequeños pueblos de chozas de Antera y Anjiabe (puede alojarse en el Canopee Lodge), quedará conquistado por la amabilidad de los habitantes, que le ofrecerán compartir sus platos a base de pescado frito y le guiarán con mucho gusto por rutas de senderismo para observar las numerosas especies de lémures y camaleones, hasta los picos panorámicos desde donde podrá disfrutar de la vista de los acantilados, así como en canoa.
Un lémur en Nosy Komba
Tsarabanjina y el Océano Índico
La joya es sin duda el islote de Tsarabanjina, un paraíso rodeado de aguas transparentes de color azul y verde, donde crecen flores muy fragantes. Sus pequeñas calas están bordeadas de rocas con forma de corazón. Los pescadores extienden su pescado sobre las rocas para que se seque y también se puede visitar la tumba de un antiguo rey malgache enclavada en los barrancos del acantilado que luce un tierno color rosa. En las bahías cerradas, como en la alcoba de un erizo, la espuma blanca empolva los miembros del cuerpo. El Constance Tsarabanjina Resort con sus cabañas de diseño y las numerosas excursiones que organiza en el archipiélago, incluidas espléndidas e inolvidables exploraciones submarinas, por ejemplo en Nosy Tolholo, donde los meros son hermosos, y en otros “spots” de la barrera de coral, hacen que el viaje a Mitsio sea verdaderamente de ensueño.
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