Un estudio italiano confirma la asociación entre la esclerosis múltiple y la mononucleosis en niños y adolescentes.

Incluso en niños y adolescentes, la mononucleosis infecciosa, también conocida como enfermedad del beso y causada por el virus de Epstein-Barr (VEB), representa un factor de riesgo directo para la esclerosis múltiple (EM). Así lo confirma un estudio italiano realizado por el Hospital Infantil Bambino Gesù y publicado recientemente en la revista Journal of Neurology .
Esclerosis múltiple en niñosLa esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central: el sistema inmunitario ataca la mielina, la vaina que recubre las fibras nerviosas y garantiza la correcta transmisión de las señales eléctricas. El 90 % de los casos se presentan en adultos, y solo el 10 % se manifiesta antes de los 18 años (el 1 % antes de los 10). Estos casos, explican los expertos del hospital romano, centro de referencia nacional para la enfermedad, presentan características clínicas únicas que requieren protocolos específicos y estudios dirigidos.
La relación entre la esclerosis múltiple y la enfermedad del besoSe trata de una enfermedad compleja y multifactorial, cuyas causas aún se desconocen en parte. Tanto factores genéticos como ambientales parecen contribuir a su desarrollo. Entre estos últimos se encuentran las infecciones virales, y la asociación entre el virus de Epstein-Barr y la esclerosis múltiple está bien documentada en adultos. Sin embargo, esta correlación ha sido hasta ahora menos clara en casos pediátricos.
Por otro lado, el EPV es un virus muy extendido que infecta a casi toda la población sin consecuencias significativas. Obviamente, no todas las personas que contraen la infección corren el riesgo de desarrollar EM, y parte de la investigación se centra en comprender el mecanismo biológico que lo vincula con la EM.
Por ejemplo, otro estudio italiano reciente —coordinado por el Centro de Esclerosis Múltiple Sapienza, el Hospital Universitario Sant'Andrea y la Universidad Telemática San Raffaele, financiado por la Asociación Italiana de Esclerosis Múltiple con la Fundación FISM y publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS)— muestra que algunas variantes del virus se "comunican" con genes que predisponen a la EM.
El estudio que confirma la asociaciónPara comprobar la correlación también en la población pediátrica, investigadores y médicos de la Unidad de Neurología del Desarrollo del Hospital Bambino Gesù, en colaboración con el Departamento de Neurociencia de la Universidad Sapienza de Roma, analizaron muestras de sangre de 219 niños y adolescentes de entre 6 y 17 años, 57 de los cuales padecían esclerosis múltiple. Todos los pacientes con EM dieron positivo para el virus de Epstein-Barr (VEB), que a menudo se contrae de forma asintomática.
Para comprobar aún más la relación, los investigadores realizaron los mismos estudios en pacientes pediátricos con enfermedades autoinmunitarias no neurológicas o cefaleas primarias que se consideraban inmunológicamente sanos. De estos últimos, solo el 59 % mostró signos de una infección previa por VEB. Esta diferencia estadísticamente significativa reforzó la hipótesis de una conexión directa entre ambas enfermedades.
«Nuestros resultados confirman que la infección por VEB es un factor de riesgo clave en niños y adolescentes», comenta Gabriele Monte , autor principal del estudio. «Comprender las causas de la esclerosis múltiple es fundamental para desarrollar tratamientos específicos y estrategias de prevención eficaces», concluye Massimiliano Valeriani , jefe de Neurología del Desarrollo del Hospital Bambino Gesù y coordinador de la investigación. «Nuestro estudio respalda la posibilidad de que una vacuna contra el virus que provoca la mononucleosis pueda tener un impacto significativo en la reducción de la incidencia de esclerosis múltiple en jóvenes».
La Repubblica



