Vacaciones en Béarn: ¿dónde degustar el Jurançon, un vino de una tierra bendecida por los dioses?

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Valles, llanuras, viñedos y vistas panorámicas de los Pirineos... Lejos del bullicio estival, la región de Coteaux Béarn Madiran le invita a pasear por sus kilómetros de senderos que recorren sus paisajes y sus "viejas piedras", ciudades fortificadas, castillos, pueblos y museos.

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A diferencia de otras regiones vitivinícolas, donde las parcelas se encuentran alejadas del pueblo, unas junto a otras, las propiedades de Jurançon están muy dispersas, con sus propias exposiciones y variedades de suelo: aluvión de la era secundaria en Monein, suelos de tipo "pudín" en la capilla de Rousse, margas y rocas calizas al pie de las montañas de Lasseube. Esto confiere un carácter único a cada uva.

Esta ruta ofrece 60 bodegas para descubrir. ¿Y qué mejor que conocer a un enólogo? ¡Seguro que te ofrece una copa de vino blanco! Elige entre el Jurançon seco, bastante refrescante, con notas cítricas y de frutas exóticas; o el Jurançon dulce, de larga duración, combinando azúcar y acidez, ideal como aperitivo, acompañado de foie gras o con postre.

O el Jurançon de cosecha tardía, elaborado con uvas maduradas y secadas en la viña hasta finales de otoño, que ofrece una concentración de azúcares y aromas a frutos secos, especias y frutas confitadas. Todo esto debe disfrutarse con moderación, por supuesto.