Municipal: de Toc-Toc a Tik Tok

En un contexto de chantaje por la deuda, el harakiri político de François Bayrou ha derribado al gobierno y podría provocar la caída definitiva del macronismo. A menos que se produzca otro plan para nombrar un nuevo gobierno y la saga política termine asqueando a los franceses con la política... Como el suicidio del emperador Nerón, se percibe el fin de un imperio.

«El viejo mundo agoniza, el nuevo mundo tarda en aparecer y en este crepúsculo surgen monstruos», dijo Gramsci. La culpa recae en las fuerzas del dinero, que imponen el yugo de una economía de guerra con presupuestos militares exponenciales. Y mientras tanto, para el pueblo, el programa es la explosión de la desigualdad y la pobreza . Con esta línea de interpretación, la obsesión por el gasto y la ceguera ante los ingresos, características del liberalismo.

Para las autoridades locales, el único horizonte que se nos presenta es el de la austeridad presupuestaria. Recordemos que en 2025, las autoridades locales recibieron 105 000 millones de euros en ayuda financiera del Estado, lo que equivale a la mitad de la ayuda otorgada a las empresas , según reveló Fabien Gay .

Suficiente para romper el síndrome de Estocolmo en comunidades a veces obligadas a aceptar lo inaceptable. Hace seis años, las elecciones municipales estuvieron marcadas por la emergencia climática tras la COP21. Pero desde entonces, el capitalismo, sus grupos de presión y sus representantes reaccionarios han trabajado para generar una reacción en las batallas de ideas.

La ecología, vivida como una limitación, debe ser sustituida por una ecología local y popular que combine la justicia climática y la justicia social, con nuestras empresas públicas locales de transición energética, nuestra gestión pública del agua y nuestras políticas de transporte público como motores.

Al final del imperio macronista, también podemos contar con la esperanza, la solidaridad y la resistencia de una nueva generación que se politiza fuera de los patrones de antaño, a través del compromiso con la causa medioambiental, la paz, el antirracismo o la justicia social.

Las elecciones municipales de marzo de 2026 , próximas en el calendario electoral, serán pues una oportunidad para disfrutar de la campaña, para escuchar a nuestros conciudadanos y para convencer, sobre todo en el campo de batalla ideológico del siglo ^XXI que son las redes sociales.

Del toque de puertas al TikTok… Podremos así conquistar comunidades que sean lugares de resistencia, contrapoderes democráticos y espacios de luchas sociales, ecológicas y feministas para construir otro modelo de sociedad.