Economía. Aranceles aduaneros: AstraZeneca invertirá 50.000 millones de euros en Estados Unidos.

El gigante farmacéutico británico AstraZeneca ha anunciado planes para invertir 50.000 millones de dólares en la fabricación de medicamentos y en investigación y desarrollo hasta 2030 en Estados Unidos, donde se avecinan aranceles de Donald Trump al sector.

Esta inversión "refuerza nuestra confianza en la innovación estadounidense en productos biofarmacéuticos y nuestro compromiso con los millones de pacientes que necesitan nuestros medicamentos en Estados Unidos y en todo el mundo", dijo el director ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot, en un comunicado publicado el lunes por la noche.

Se está considerando un recargo del 200%

Con el objetivo de reequilibrar las relaciones comerciales a favor de Estados Unidos, Donald Trump impuso en abril un recargo mínimo del 10% a las importaciones. Si bien inicialmente los medicamentos estaban exentos, el presidente estadounidense ha declarado que está considerando gravarlos, llegando incluso a un recargo del 200%.

"Durante décadas, los estadounidenses han dependido del suministro extranjero de productos farmacéuticos esenciales. El presidente Trump y las nuevas políticas arancelarias de nuestro país buscan abordar esta debilidad estructural", declaró el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, citado en el comunicado de AstraZeneca, celebrando la decisión de inversión.

Parte de la producción europea en Estados Unidos

Las inversiones anunciadas incluyen una nueva planta en Virginia, que será "la mayor inversión global de AstraZeneca en la fabricación de medicamentos", dijo el grupo en su comunicado de prensa.

AstraZeneca ya había anunciado en abril que había comenzado a transferir parte de su producción europea a Estados Unidos, ante la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles aduaneros al sector.

Otros grandes grupos farmacéuticos, que desde hacía 30 años estaban exentos de derechos de aduana, han iniciado en los últimos meses un movimiento de inversiones y deslocalización de la producción hacia Estados Unidos, el primer mercado farmacéutico mundial, con un coste de decenas de miles de millones de dólares.