Almohadas refrescantes, ventiladores de cuello... Innovaciones para ayudarte a afrontar las olas de calor sin aire acondicionado

¿Cómo sobrevivir a las olas de calor sin aire acondicionado durante el verano? Recientemente han surgido diversas tecnologías e innovaciones que pueden ayudarte a mantenerte fresco.
Este es el caso del ventilador de cuello . Es una especie de collar, algo grueso, que pesa unos 400 gramos. Este se asemeja a unos auriculares, se lleva alrededor del cuello y difunde frescor en el rostro. Está equipado con aspas en su interior, cuya potencia se puede ajustar.
No es una maravilla tecnológica, ya que es simplemente un ventilador integrado en un collar, pero la idea era evidente. Algunos se conectan a una aplicación para smartphones para que puedas variar la temperatura. Otros incluso se transforman en auriculares . Estos productos cuestan entre 10 y 25 euros.
Estos ventiladores de cuello tienen una duración de batería de tres horas, que varía según la potencia. Ofrecen muchas ventajas sobre un ventilador convencional. Son muy ligeros y fáciles de transportar, y mucho más económicos que el aire acondicionado. Su única desventaja: son un poco ruidosos y el zumbido del ventilador está más cerca de los oídos.
La ropa también ayuda a mantenerte fresco. Por ejemplo, la de la startup francesa G-Heat puede reducir la temperatura de la piel en 15 grados durante varias horas. Las gorras y camisetas refrescantes están equipadas con una fibra tejida especial. Gracias a esto, la prenda puede retener el agua en su forro después de ser humedecida y escurrida, sin que el usuario sienta como si tuviera una mopa húmeda en los hombros o la cabeza. Una toalla cuesta 15 euros y una gorra, 25 euros.
También existen chalecos termorreguladores, o criovests. Usados durante años por atletas de élite, estos chalecos ayudan a mantener la temperatura corporal en torno a los 37 °C, incluso en olas de calor. Esto es posible gracias a que sus bolsillos están rellenos de microesferas de polímero saturadas de agua.
Para enfriar la chaqueta, simplemente colóquela en el congelador durante unas horas. Esta tecnología es especialmente útil para quienes trabajan en condiciones de calor extremo, como obreros de la construcción, bomberos, agricultores de invernaderos o mascotas de parques de atracciones.
Para uso nocturno, también existen almohadas termorreguladoras. Basta con colocar la almohada en el refrigerador 15 minutos antes de dormir. El objetivo es disipar el calor y regular la temperatura durante el sueño. Este producto utiliza diferentes tecnologías. Algunas están equipadas con un gel termoconductor, mientras que otras están fabricadas con tejidos que absorben el calor.
Presentan diferentes ventajas y desventajas. Los que contienen gel ofrecen un efecto refrescante muy limitado. En el caso de los textiles, el efecto es menos potente, pero más duradero.
Otras empresas han llevado la tecnología aún más lejos, con sistemas activos que incorporan un circuito de agua fresca para que la temperatura se ajuste durante toda la noche. Sin embargo, estos productos son mucho más caros y requieren una fuente de alimentación.
RMC