Los dos pueblos de Castilla y León que han visitado Aitana y Plex en su escapada rural juntos

Si a finales de junio veíamos a Aitana celebrar su cumpleaños en Ibiza, ahora la cantante ha cambiado la playa por el interior. La artista se ha dejado ver junto a su pareja, el youtuber Plex, por tierras castellanoleonesas, y es que han disfrutado de una escapada rural por dos pintorescos pueblos llenos de historia.
La pareja ha pasado por Tiedra, en la provincia de Valladolid, de donde son los padres y los abuelos de él, para después ir a la villa de Toro, en Zamora, donde nació el propio Plex. Allí, además de visitas culturales, han aprovechado para descubrir empresas locales (de miel y de vino) y empaparse de las tradiciones del lugar.
El origen de Tiedra se remonta al tiempo de los celtas, cuando estos fundaron la villa, que posteriormente fue romanizada y rebautizada como Amallóbriga. Su época de esplendor llegaría en la Edad Media, cuando se convirtió en villa real, como un puesto fronterizo entre los reinos de León y Castilla con gran importancia militar.

Ese pasado se refleja a día de hoy en su imponente castillo del siglo XII. La fortaleza se levanta al borde de un páramo, dominado por una torre del homenaje de 33 metros de altura y rodeada por un patio de armas. También cuenta con un sótano-calabozo y un mirador en la azotea que nos regala unas vistas espectaculares de los alrededores.
Entre su patrimonio arquitectónico también destacan los restos de la antigua muralla, la Plaza Mayor, la ermita de Nuestra Señora de Tiedra Vieja y las iglesias de El Salvador, San Miguel y San Pedro. Por otro lado, merece la pena visitar su centro astronómico, que cuenta con un planetario y dos telescopios, y sus campos de lavanda, que florecen con un precioso tono morado durante el mes de julio.

En la localidad, la cantante y el youtuber, junto a la hermana de él, visitaron Miel setentaynueve, una empresa local y familiar dedicada a la producción de miel y otros productos derivados de la colmena.
Toro, vuelta a los orígenesEl pueblo de Toro se extiende sobre una atalaya a 739 metros sobre el nivel del mar, rodeado de belleza natural y paisajes marcados por la presencia del río Duero. Su rico patrimonio se encuadra principalmente dentro del arte mudéjar, con las iglesias de San Lorenzo El Real, San Salvador de los Caballeros, Santo Sepulcro, San Pedro del Olmo y la ermita de Nuestra Señora de la Vega.

Por otro lado, también merece la pena visitar el Real Monasterio de Sancti Spiritus, el de Santa Clara y el de Santa Sofía, así como los conventos de San José y de la Purísima Concepción y San Cayetano. Caminando por las pintorescas calles de Toro nos iremos encontramos con otros monumentos históricos como la Colegiata de Santa María la Mayor, que se mueve entre los estilos románico y gótico.
La localidad también nos rememora épocas pasadas gracias a sus bonitos palacios, entre los que destacan los de Valparaíso, las Bolas, los Condes de Requena, las Leyes y la Casa de la Nunciatura. Y por supuesto, no podemos olvidar el Alcázar, que antaño formó parte del primer recinto amurallado de Toro. A día de hoy, conforma el Centro de Recepción de Visitantes.
Aquí la pareja visitó el complejo enoTurístico Bodega Latarce, que produce vino bajo la D.O. Toro. Además de visitar la bodega y hacer catas de vino, el lugar ofrece una experiencia gastronómica de nivel en su restaurante y su gastrobar.
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