La piscina más grande de Europa está en Andalucía y caben más de 1.200 personas

En mitad del paraíso verde que es la Sierra de Segura, en Orcera, un pequeño municipio de la provincia de Jaén, se ubica la piscina de Amurjo, una infraestructura tan imponente como inesperada, considerada la más larga de Europa. Con 85,49 metros de longitud y una superficie que supera los 1.500 metros cuadrados, esta gran piscina natural tiene capacidad para más de 1.200 bañistas. No hay otra igual en todo el continente.
Inicialmente concebida como una presa de riego agrícola en los años 70, la presa fue transformada en la piscina que hoy conocemos en 1970, remodelándose por completo y consolidándose como un espacio municipal en los 80 Situada en el paraje natural de Amurjo, la piscina forma parte del entorno protegido del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
La piscina se nutre directamente del río Orcera y requiere aproximadamente 4 millones de litros para llenarse por completo, tarea que se alarga durante 1,5 a 2 días, gracias a un sistema de dos pozos y bombas Tras la temporada estival, el agua suele devolverse al río, beneficiando a la comunidad de regantes local.
El agua se renueva con un sistema de bombeo que permite llenar sus más de cuatro millones de litros en apenas 48 horas con agua fresca y cristalina. Al final del verano, gran parte de ese agua se devuelve al cauce original, contribuyendo a regar huertas y olivares cercanos, cerrando así un ciclo respetuoso con el entorno.
A diferencia de otros complejos acuáticos, lo que distingue a la piscina de Amurjo no es solo su tamaño, sino la experiencia que ofrece. Nadar en ella es como hacerlo en un lago controlado, con la seguridad y la limpieza de una instalación pública, pero rodeado de árboles, en plena sierra en un ambiente fresco incluso en los días más calurosos del verano jiennense. Hay zonas más profundas, de hasta 2,30 metros, pensadas para nadadores experimentados, y otras más accesibles, con poca profundidad, ideales para familias con niños.
Durante los meses de julio y agosto, la piscina se convierte en el centro neurálgico del ocio en la zona. Abre cada día de doce del mediodía a nueve de la noche, y el precio de entrada se mantiene en cifras populares: cuatro euros para adultos y tres para niños y personas mayores de 65 años. Por un suplemento simbólico, además, se pueden disfrutar de sesiones nocturnas bajo las estrellas, y múltiples actividades culturales y de ocio desde cine de verano a conciertos o actuaciones.
La normativa impide el acceso con comida del exterior, pero dentro del recinto hay un kiosco-bar, además de zonas de sombra y un solárium con césped artificial para relajarse entre chapuzones. A pocos metros de la piscina hay un restaurante y un complejo rural donde también se puede comer y está permitido salir y volver a entrar. La seguridad está garantizada por un equipo de socorristas, técnicos de mantenimiento y personal de limpieza que velan por el correcto funcionamiento del recinto todos los días.
Con el paso del tiempo, lo que comenzó como una adaptación funcional del terreno se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más singulares de Jaén y, sin duda, en un orgullo para sus habitantes. Porque en un entorno donde no hay playa, esta lámina de agua de más de 130 metros de longitud representa la posibilidad de refrescarse, de reunirse y de atraer a visitantes de dentro y fuera de Andalucía un rincón que, por su singularidad, ya figura en las guías de viaje más curiosas de Europa.
A pesar de su tamaño y de su creciente fama, la piscina de Amurjo ha sabido conservar una atmósfera tranquila, muy alejada de la masificación de otros destinos estivales. Aquí no hay colas eternas, ni aglomeraciones. Solo agua, montaña y tiempo para disfrutar.
ABC.es