¿Funcionan igual Wegovy y Mounjaro? El pinchazo que pretende acabar antes con la obesidad
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Desde 1990, la obesidad se ha duplicado con entre los adultos de todo el mundo, y se ha cuatriplicado entre los adolescentes. Es un problema de salud pública que preocupa a las autoridades sanitarias y en 2022 la OMS contabilizó que una de cada ocho personas la padecían en 2022.
El fenómeno de los fármacos contra la obesidad llegó hace unos años, en concreto, En 2017, la agencia americana que se encarga de regular los fármacos (FDA) aprobó el uso de la semaglutida, más conocido como Ozempic. Este medicamento marcó un antes y un después en el tratamiento de la diabetes. Sin embargo, pronto se convirtió en un arma para luchar contra el sobrepeso, ya que actúa como supresor del apetito. La semaglutida, nombre del fármaco, imita la acción de la hormona GLP-1 producida en el intestino y actúa en el cerebro regulando la saciedad y las ganas de comer.
Tras Ozempic llegaron otros como Mounjaro (tirzepatida), de la compañía Eli Lilly, o Wegovy, de Novo Nordisk. Este lunes se ha publicado un nuevo estudio en la revista The New England Journal of Medicine, que compara la tirzepatida con la semaglutida. Se trata de un ensayo, SURMOUNT-5, abierto en fase 3b y de 72 semanas de duración, que compara el uso de ambas inyecciones en adultos estadounidenses con obesidad o sobrepeso. Y no solo eso, los 751 participantes también padecen al menos una de las siguientes comorbilidades: hipertensión arterial, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño (AOS) o enfermedad cardiovascular, y sin diabetes.
Con tirzepatida, el 89,3% recibió al menos una dosis de 15 mg y con semaglutida al 92,8% se le administró una cantidad de 2,4 mg. De esta forma, el objetivo principal del estudio es demostrar la superioridad de tirzepatida frente a la semaglutida en el cambio porcentual del peso corporal desde el inicio hasta las 72 semanas.
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El análisis se publica coincidiendo con el Congreso Europeo de Obesidad, que se celebra del 11 al 14 de mayo en Málaga. Para el objetivo principal, el porcentaje promedio de pérdida de peso, los participantes tratados con Mounjaro lograron una reducción de peso promedio del 20,2%, por el contrario, los que usaron Wegovy consiguieron bajar un 13,7%. Esto supone una pérdida de peso relativa un 47% mayor, los primeros perdieron un promedio de 22,8 kg y los tratados con semaglutida una media de 15 kg.
En los objetivos secundarios clave, el medicamento de Lilly fue superior en todos los propósitos de reducción de peso, un 64,6% de los participantes lograron una pérdida de peso de al menos el 15% y los de la semaglutida un 40,1%. En cuanto a la reducción superior de la circunferencia de la cintura, las cifras fueron de 18,4 y 13 centímetros, respectivamente.
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Por su parte, Louis J. Aronne conoce bien el ensayo, ya que es su autor principal. Además, ejerce como director del Centro Integral de Control de Peso y profesor Sanford I. Weill de Investigación Metabólica en Weill Cornell Medicine, entre otros. "Gracias a los últimos avances en los medicamentos para el manejo de la obesidad, un número cada vez mayor de médicos y pacientes están presenciando grados de reducción de peso superiores a los que habían visto previamente", explica.
"Los resultados de SURMOUNT-5 han demostrado que la tirzepatida conduce a una mayor reducción de peso en comparación con semaglutida, lo que proporciona más evidencia para respaldarla como una opción efectiva para el control de la obesidad", concluye.
El Confidencial